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miércoles, 2 de enero de 2013

Ubuntu Phone... La que se avecina


Al final se cumplieron las predicciones de los que avisaban sobre el advenimiento de Ubuntu al mundo de los teléfonos móviles. Después de 48 horas de espera, viendo pasar los minutos en un banner en su página oficial que parecía no terminar nunca, Canonical ha desvelado el secreto de lo que será el futuro próximo de la compañía: Ubuntu Phone. 

Primeras impresiones

El sistema operativo tiene bastante buena pinta. En un vídeo de 20 minutos, al que podéis acceder un poco más abajo, Mark Shuttleworth (sudado y sin afeitar, ¿será para mantener cierta filosofía underground de cara a la galería o simplemente es un cochino?) explica los fundamentos de su nueva criatura. Dos ideas presiden el sistema: aprovechamiento de la pantalla y respeto a las líneas de diseño marcadas por Unity. El vídeo parece demostrar que han conseguido los dos objetivos. La duda que tengo es si esto, en realidad, es bueno. Pero vamos por pasos.  



Adiós a la pantalla de bloqueo.. y a los botones

Como el señor Shuttleworth describe en el vídeo, con la empalagosa locuacidad que le caracteriza, Canonical ha decidido eliminar la pantalla de bloqueo propia de otros sistemas, en favor de una "pantalla de bienvenida" desde la que se puede acceder con gestos que aprovechan los cuatro bordes de la pantalla como lanzadores de diferentes funciones. El lado izquierdo despliega una barra con aplicaciones favoritas, al estilo de unity, con el acceso al Dash en la parte de abajo (al contrario que en Unity, supongo que para que quede al alcance del pulgar). La parte de arriba sirve para mostrar notificaciones, la derecha para desplazarse entre aplicaciones abiertas, y la de abajo para mostrar los menús, de forma que en principio, se aprovecha prácticamente todo el espacio disponible.


Otro aspecto interesante es la aparente desaparición de cualquier botón físico para interactuar con el terminal. Creo que esto es un acierto, aunque la contrapartida es conseguir la misma facilidad de uso mediante gestos, algo que puede ser peliagudo. No obstante, parece que esto beneficia otros factores, como el tamaño de las pantallas, o la propia durabilidad de los teléfonos (que nos lo digan a los que tenemos el botón Home del iPhone machacado...). 

Y dale con las Webapps

Los que sigáis el blog sabréis que no tengo muy buena opinión de la manera en que Canonical ha solucionado el tema de la integración de las páginas web como aplicaciones "de primera clase". Creo que no deja de ser una maniobra de marketing más o menos torpe, pues lo que han hecho en el escritorio de Ubuntu no es más que crear lanzadores para páginas web de la misma forma que siempre se ha podido hacer con programas como Alacarte. 


De todas formas, parece que se lo han tomado como bandera de la marca, y todo apunta a que Ubuntu Phone continuará con la línea de integrar las aplicaciones en línea con las propiamente nativas. Algo que, realmente, tampoco es una novedad en el terreno de la telefonía móvil. Sólo espero que no sigan el camino de iOS, que termina fragmentando el uso de internet y reduciéndolo al acceso a través de aplicaciones, lo cual va en contra de la filosofía abierta de la red. Si en eso también nos traicionan los de Canonical, mal vamos...

Especificaciones técnicas

Parece que el teléfono va a pedir bastante máquina para funcionar. Al menos un giga de RAM  y procesadores quad-core o Intel Atom, según informan en Alt1040. Parece que estas exigencias se deben a la capacidad del sistema para hacer funcionar aplicaciones nativas de Ubuntu si conectamos el teléfono a una televisión mediante su correspondiente dock, una idea que Ubuntu lleva trabajando desde hace bastante tiempo.



Eso puede ser muy interesante, aunque habrá que esperar para ver cómo funciona en realidad. En el caso de terminales más modestos, esta capacidad quedaría limitada, pudiendo usarse sólo aplicaciones nativas. Por lo demás, Ubuntu cuenta con la enorme ventaja de tener detrás a una comunidad de gente dispuesta a desarrollar software, por lo que el terreno de las aplicaciones puede ser uno de los puntos fuertes de Ubuntu Phone. Aunque al mismo tiempo, podría convertirse en su talón de Aquiles, como sugeriré después. Otra de las cosas interesantes es la de que Ubuntu Phone combina el kernel de Android con el suyo propio, con lo cual imagino que se maximiza la compatibilidad de hardware. E imagino que también la posibilidad de instalar Ubuntu Phone en terminales Android...

Y en resumen...

Al menos en mi opinión, la sección artística de Canonical se lo ha trabajado bastante bien, todo tiene un aspecto muy acabado y elegante. En estas cosas siempre conviene tener un terminal delante para ver cómo funciona en "la vida real"; un primer vistazo al vídeo me hace sospechar que la interacción con este teléfono no será tan fácil como con sus viejos competidores (Android y iOS). No hay nada en la pantalla que te indique qué borde hay que tocar para que aparezcan los lanzadores o las barras de menú. No es habitual que la pantalla principal sea un híbrido entre una pantalla de bloqueo y una de notificaciones, ni tampoco es intuitivo encontrarnos con cosas como una especie de Dash en miniatura, centrado en las búsquedas (no tiene pinta de permitir agregar widgets, al menos a primera vista). En fin, tengo la impresión de que el sistema puede estar chulo, pero dudo mucho que atraiga a la gente. Lo cual me lleva a la cuestión fundamental...

¿Llega tarde a la fiesta?

El panorama es el siguiente: Nokia, más muerta que viva, hace esfuerzos notable para mantenerse en el sector de la telefonía más económica, con terminales baratos basados en diferentes sistemas operativos. Windows ha hecho una apuesta fuerte con su SO para teléfonos, más aún cuando ha decidido imitar la interfaz metro en su sistema de escritorio (gran cagada de la que algún día se arrepentirán). Pero los que de verdad parten el bacalao son y serán Android y Apple. Ambas son plataformas maduras (iOS incluso algo anticuada, así que no tardarán en mover ficha), fuertemente implantadas, y sobre todo, conocidas. Ubuntu llega a un mercado saturado de terminales y sistemas operativos, con una competencia quizá demasiado dura para una empresa que se basa, en definitiva, en el software libre. Y eso es algo positivo para todos, menos para aquellos a quienes quiere atraer Canonical: las empresas, los fabricantes, los vendedores. Y poniéndome en la piel de este tipo de gente, imagino que habrá ciertas reticencias. No sólo por el tema competitivo, sino, y sobre todo, por el hecho de que Ubuntu no deja de ser Linux, y Linux es y será Software Libre. Lo cual implica que siempre suene un  poco extraño lo de que haya aplicaciones de pago. Lanzo la reflexión y la pregunta a los usuarios de Ubuntu que estén leyendo esto: ¿Alguno de vosotros ha comprado alguna aplicación para Ubuntu en el Centro de Software? La respuesta será casi con total probabilidad, un rotundo "no", y las causas de esto son sencillas de entender: los que estamos en Linux sabemos que se puede hacer lo mismo con software libre que con software privativo, y que "gratis" no significa "malo". 
Si las empresas piensan lo mismo que yo, y son conscientes como yo de que los smartphones deben su éxito comercial a las tiendas de aplicaciones, dudo mucho que  se arriesguen a la apuesta de Canonical. y ese puede que sea el principal problema. 
De todas formas, nunca se sabe, lo mismo estamos a las puertas de una revolución tecnológica... Hasta el año que viene no tendremos en la calle teléfonos con Ubuntu corriendo en sus entrañas. Y, con todas las dudas, con todos los temores, pero servidor de ustedes adquirirá un terminal. Llamadme fanboy, pero me hace ilusión la cosa...