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lunes, 7 de enero de 2013

Subiendo fotos a las nubes con Postman


Abrimos la semana con una de las cosas que más ilusión me hacen desde que empecé esta aventurilla de los tutoriales: los "tutos a la carta", es decir, aquellos vídeo-artículos que se gestan a través del contacto con vosotros, que tenéis la amabilidad de indicarme programas que pueden ser interesantes o que aportan más funcionalidades a nuestros escritorios Linux. En este sentido, no me cansaré de advertiros de que los contenidos de este blog que estén en mi mano pueden y deben estar sujetos a vuestras sugerencias, bien se trate de programas, técnicas o trucos que conozcáis, bien sean programas, técnicas o trucos que deseéis conocer y que desde nuestro canal podamos difundir. En esta ocasión le debo este post a Marcelo Sánchez (aquí su Twitter y aquí su web, con fotos muy interesantes que os recomiendo mirar), quien me informó de la existencia de una aplicación que, aunque "pequeña", puede solucionar las necesidades de muchos de nosotros en el momento más aburrido de todo fotógrafo aficionado: la subida de fotos a la nube.
Aunque desde que subo vídeos diariamente a Youtube me he ido acostumbrando a las interminables esperas, todavía recuerdo con escalofríos algunas subidas "masivas" de fotos a Flickr. Es un proceso incómodo, largo y soporífero. Y si encima eres de los que aman la redundancia, y por motivos de seguridad o de necesidad tienes que subirlas a más de un servicio de alojamiento, el letargo se multiplica. Por lo tanto, cualquier solución que permita ahorrarnos tiempo es bienvenida. Postman soluciona este problema de una forma muy elegante, sencilla y práctica, así que para muchos de vosotros seguro que se convertirá en una herramienta fundamental.

La original interfaz de Postman
La instalación de la aplicación es muy sencilla: disponemos de una ppa para Ubuntu (sólo disponible para Precise Pangolin):
sudo add-apt-repository ppa:schumifer/postman
sudo apt-get update
sudo apt-get install postman
Y también podemos descargarnos directamente el paquete instalador (en formato .deb) desde su página web.
Como digo en el vídeo, resulta muy llamativa la interfaz, que no sé por qué tiene un estilo maquero bastante sospechoso, pero que cumple perfectamente su cometido: pegamos el sello del servicio correspondiente, añadimos las fotos por el otro lado, y listo. El proceso de conexión a los servicios online varía en cada caso; sólo he tenido ciertas dificultades al sindicarme en Flickr (porque soy idiota, después de autorizar al programa en la web hay que darle a "confirm" en el programa y ya está), pero por lo demás no he encontrado mayores dificultades.
Con respecto a las fotos, se pueden añadir informaciones básicas (título, descripción y etiquetas), que estarán disponibles en función de cada sistema de alojamiento: aquellos que puedan acceder a los metadatos de las fotografías. No hay manera, o al menos no la he encontrado, de organizar las fotos por álbumes o colecciones.

Editando la información básica de unas cuantas fotografías

Esperemos que esta aplicación continúe en desarrollo, pues estaría genial poder añadir otros servicios de almacenamiento de fotografías online: Photobucket, Dropshots, Ipernity o Imagevenue, por citar algunos de los muchos que circulan por la red. 
En cualquier caso, un programa sencillo, y útil, que puede aportar una solución divertida a una de las pocas tareas desagradables de los fotógrafos. No tan desagradable como la de soltar 1.500€ por un objetivo, pero casi...
Por cierto, voy a aprovechar la oportunidad que me brinda el tema de este artículo para añadir un consejo a los que os estéis iniciando en esto del revelado digital: guardad copias de seguridad de vuestros ficheros RAW. Está bien subir las fotos a servicios de almacenamiento, y guardarlos en otros formatos (discos duros, dvd, etc.) está aún mejor. Pero lo que de verdad tiene valor son los RAW. Así que si estáis buscando "vuestra nube" comprobad que el sistema de almacenamiento online que elegís dispone de la posibilidad de cargar este tipo de archivos. Un .jpg es la interpretación de una fotografía que hacemos en un momento dado, sujetos a un estado de ánimo, a una sensibilidad y a unas posibilidades técnicas que variarán, sin ningún tipo de dudas, conforme avance el tiempo. Si dentro de unos años queremos devolverle el color a, por ejemplo, un revelado en blanco y negro, agradeceremos contar con el negativo digital. Un .jpg en blanco y negro es irrecuperable. Y un virado, y un proceso cruzado. Lo que importa es conservar el RAW. Os lo digo yo, que recientemente he perdido para siempre unos cuantos miles...