Todo eso está muy bien. Ahora tenemos teléfonos móviles, Wi-Fi por doquier, 3g, conexiones de trillones de gigas de velocidad, podemos estar en contacto con todo el mundo las 24 horas del día a través de llamadas, vídeo-conferencias, whatsapps, sms y demás. Estamos conectados siempre. Habrá quien lo vea como una ventaja y quien lo vea como un inconveniente; y no voy a entrar en ello.
Pero es un hecho. Y cada vez vamos a ir a más. Dentro de poco (menos de lo que pensamos seguramente) empezaremos con las gafas de realidad aumentada y con los chips en el cerebro que nos "obliguen" a estar conectados a "la red" todos los minutos de nuestra miserable vida.
No soy un ludita, amo la tecnología y debo más conocimientos a Internet que a todos mis años en la educación reglada. No tengo miedo a depender de las máquinas; son al fin y al cabo las que nos convierten en humanos. Tanto es tecnología un Iphone como una camiseta y no tengo miedo a que mi vida dependa de la posesión de un artilugio tecnológico sea cual sea. Quiero decir, siempre que pueda tener acceso a él. Necesito camisetas para vivir (sino moriría de frío) y no me molestaría tener que depender de otro tipo de tecnologías más modernas para hacerlo. Para mi es lo mismo. (Obviamente el problema son los monopolios, como si sólo existiese una fabrica de camisetas y ésta subiese el precio de manera que sólo unos pocos tuviesen acceso).
Aún así, de vez en cuando necesitamos desconectar, alejarnos de las tecnologías y sentirnos animales salvajes. Por eso, no hay mejor sensación que andar descalzo por el verano, o caminar desnudo por casa unos minutos después de la ducha,o incluso tirar los libros al finalizar un curso. Una parte buena de la tecnología es que de vez en cuando podemos "quitarla". Podemos deshacernos de ella, y podemos seguir viviendo con la ilusión de que no dependemos de ella.
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| A Prometeo también le gustaba estar desnudo en casa. (Lo del pájaro no tiene excusa). Fuente: Baudasvariedades.blogspot.com.es |
Pero ¿qué pasa cuando algún iluminado quiere vendernos una tecnología sin botón de apagado? No es exactamente lo que aquí discutiremos, pero viene a ser lo mismo. ¿Qué ocurre si para utilizar un artilugio nos obligan a hacer uso de otra tecnología que no queremos utilizar en ese momento?
Todas estas preguntas sin respuesta me vienen a la cabeza cuando leo el último rumor surgido sobre la nueva Xbox 720. Rumor, que aparte, es recurrente en cuanto hablamos de la mayoría de las tecnologías del ámbito Multimedia del futuro. Esto es, la obligación de estar conectados a Internet para que funcione. Vamos, una cagada. Aquí más información al respecto (eso sí, en Inglés).
A ver, no estoy diciendo que yo me desconecte de la red para jugar (de hecho creo que no lo he hecho casi nunca a no ser por fallo técnico). Pero me guardo la posibilidad de hacerlo si me sale de los...
Obviamente tengo que asumir que para jugar Online he de tener conexión a Internet, pero ¿por qué narices iba a tener que estar conectado si quiero jugar a un juego singleplayer? ¿Qué gano yo con eso? La respuesta es nada.
Una cosa es que se me permita descargar y comprar los juegos online, que hasta cierto punto puede ser bueno porque bajaría (presumiblemente) el precio de los juegos, pero otra cosa es que tenga que estar conectado para jugarlos. Váyanse ustedes a la mierda.
Además con eso nos cargamos de un plumazo la segunda mano, y los préstamos entre amigos. Una hecatombe, vamos.
Entre los DLC's y demás historias la nueva generación de consolas no pinta muy bien.
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| Ya podéis ir arreglándolo... Fuente: Edge-online.com |
Sólo queda rezar por que todo sea una broma de mal gusto.