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jueves, 28 de marzo de 2013

Vídeo-distro #12: OpenSuse 12.3



Para ir dejando el terreno despejado en cuanto a las distribuciones más importantes que pululan por ahí, no podía dejar de lado una de las más importantes que existen y de las que generan más adhesión por parte de sus usuarios. Se trata de la distribución del camaleón, OpenSuse.



Que no os engañe esta desenfadada mascota: OpenSuse es una distro seria, con un evidente aire germánico, robusta, estable y preparada para lidiar con las necesidades de los más expertos. Sin lugar a dudas es uno de los mejores sistemas operativos (Linux o no) que existen en la actualidad.


Instalación


Ya desde el proceso de instalación se percibe la exquisita atención al detalle de OpenSuse. Yast2 es un sistema de instalación completo y exhaustivo, orientado a cualquier tipo de usuarios con un mínimo de conocimiento pero capaz de cumplir con quienes quieran control total sobre cosas como el particionado.
Cabe destacar además la variedad de imágenes de disco que están disponibles para su descarga, desde las iso Live con escritorios KDE o Gnome a una versión DVD de, atención, 4.2 Gb, cargada de software y con opciones extras en la instalación, a través de las cuales podremos conectarnos con los repositorios que queramos desde el mismo momento en que instalamos el sistema. 


Lo negativo

Si con otras distros tengo dificultades para encontrar puntos negativos, con OpenSuse el problema es de órdago; además carezco de experiencia con este sistema como para entrar a valorar otras opiniones sobre, por ejemplo, su sistema de creación y mantenimiento de repositorios privados, o su política de versiones, ambos elementos que suelen recibir alguna crítica que otra. Mi vistazo fugaz a OpenSuse me ha dejado deslumbrado y, si acaso, lo único que me ha llamado la atención es la velocidad de instalación (no es lenta, pero me esperaba algo más rápido), la velocidad de arranque (lo mismo que antes, no es lenta, pero había leído que iba como un tiro y no es así) y la abrumadora cantidad de opciones de configuración y gestión de dispositivos que ofrece Yast.
Otra cosa que no termina de gustarme es la relación de OpenSuse con el ámbito empresarial. Que no se me malinterprete, soy usuario de Ubuntu así que no debería tener derecho a decir nada pues acepto que las empresas privadas promuevan (y se beneficien por ello) el software libre. Pero no sé, después de ver cómo hay grupos pequeños de gente que se organizan para darnos distros completas y competentes, de AMD y Novell espero perfección y no siento que sea tan meritorio que la obtengan. Dicho esto, OpenSuse es Open, y por lo tanto está impulsada eminentemente por su comunidad de usuarios, así que en ese sentido no es diferente de Ubuntu o Fedora. 
También tengo dudas en relación a si la recomendaría o no a un usuario novato. Quizá sea demasiada información al principio, y puede que alguien que venga de mundos más sencillos se sienta abrumado. Con esto tengo dudas, porque la verdad es que yo no he tenido demasiados problemas para entender dónde están las cosas y qué se puede hacer con ellas, pero creo que para un novato absoluto la experiencia podría ser diferente.


Lo positivo

Es la madre de todas las distros. No he encontrado nada que no funcione, nada que me moleste, nada que después de un vistazo no haya conseguido comprender y usar con más o menos éxito. Con el escritorio Gnome no la he probado, pero con KDE está elegantísima. El software instalado por defecto y el que contienen los repositorios está actualizado prácticamente a las últimas versiones y si queremos algo más podemos pasarnos a las líneas de versiones Factory o Tumbleweed. Si GNU-Linux significa control y personalización, OpenSuse es el epítome de estos dos conceptos. No me queda otra que quitarme el sombrero y anunciaros que es la mejor distribución que he probado a día de hoy.