El segundo capítulo de la serie está dedicado a una de las tareas más importantes que podemos llevar a cabo con Calibre: la creación y gestión de bibliotecas de libros electrónicos. ¡Bah, para qué engañarnos, en el vídeo prometía que os iba a dejar un enlace con chorrocientos libros gratuitos y vosotros habéis entrado en el blog atraídos por mis promesas! Pues seguid leyendo, seguid...
En el lado negativo, y por una cuestión lógica, está el hecho de que la importación de libros tiene una interfaz un tanto compleja, y requiere del uso de varias herramientas que aporta el programa. Y esto es lógico, debido precisamente al hecho de que Calibre está diseñado pensando en que pueda ser utilizado de múltiples maneras diferentes. De este modo, se ponen a nuestra disposición una serie de estrategias de importación diferentes, que espero hayan quedado bien representadas en el vídeo.
Otra cosa que no termina de convencerme del todo es la forma en que Calibre crea su propia estructura de carpetas tras la importación. No se trata de un problema de espacio ocupado en disco, pues los archivos "originales" pueden ser eliminados sin problema (si hemos llevado a cabo la importación correctamente y estamos seguros de que se lo ha tragado todo, claro); la cuestión es que Calibre crea su propio árbol de directorios, lo cual puede dificultar después la búsqueda de documentos concretos. En el caso de los libros "normales" (esto es, con autor conocido y bien clasificado), el problema no es tan grave, pues por defecto Calibre crea un directorio por cada autor. La cosa se complica cuando el autor es desconocido o inexistente. En este caso se crea una carpeta de "desconocidos" que puede llegar a ser enorme en función de la calidad de vuestra base de datos. Esto lo sufro en carne propia, debido a que muchos de mis manuales no tienen autor conocido. Además, en el caso de los manuales es más común la búsqueda por título, de modo que al final terminas renunciando a las búsquedas clásicas navegando por las carpetas y terminas dependiendo del propio programa para acceder a un archivo en concreto. O al Dash de Ubuntu, que aunque sea lento se porta muy bien buscando documentos.
Sea como fuere, este comportamiento también es configurable, aunque la técnica para cambiar la estructura de directorios puede ser un poco compleja. Pero para eso he iniciado este manual, tened paciencia, todo llegará...
Por cierto, que se me olvidaba: el pack de libros gratuitos me lo descargué de la página de mi lector, bqreaders.com. Si pincháis en el siguiente enlace os los podréis bajar gratuitamente:
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