Bueno, ya está aquí el año 2014... esta vez no me he planteado ningún propósito inverosímil para este nuevo año, así que de momento seguiré con mis insalubres costumbres y colgando más y más tutos en la red. Al menos, eso sí, voy a empezar el año dándole la bienvenida a una nueva temática en el blog y el canal de Youtube: la educación. Este es uno de los ámbitos estrellas de Linux, os lo aseguro, y con esta serie voy a intentar demostrar que para formar a la gente no es necesario gastarse miles de dólares/euros/rupias/dracmas en licencias privativas.
Parley es el programa que he elegido para empezar esta serie, por un par de razones. En primer lugar, porque está relacionado con el aprendizaje de idiomas, que es mi terreno profesional "nativo", así que permitidme que arrime un poco el ascua a mi sardina. Pero además, creo que este programa es un magnífico ejemplo del ecosistema de aplicaciones que, poco a poco, semana a semana, irán asomando sus bytes por este blog. Se trata de una plétora de pequeños (a veces grandes) programas, con interfaces muy simples (a veces no tanto) y con orientaciones muy específicas (o no), especialmente pensados para facilitar el proceso de aprendizaje y, porqué no, la labor de los profesores (esto sí que es así casi siempre).
Parley es una especie de aplicación de bases de datos adaptada para la creación y gestión de paquetes de fichas. El programa es bastante veterano, pues lleva en desarrollo desde 1999 y por ella han pasado diversos desarrolladores, desde el autor original, Ewald Arnold, hasta el actual líder del proyecto, Frederik Gladhorn, que está al frente de un equipo bastante completo que mantiene vivo al programa.
Cualquiera que se dedique a la tarea de educar sabrá que las fichas pueden ser una herramienta muy interesante en determinadas áreas o para complementar contenidos, sobre todo aquellos en los que la memorística interprete un papel importante. Eso sí, ya de antemano os aviso, si sois formadores novatos, que lo de las fichas es un método con el que no conviene abusar, y que en modo alguno puede convertirse en el centro de nuestro proceso formativo. La memoria es importante, pero no puede ser lo más importante. Avisados quedáis, que luego vuestros pupilos me lo echan en cara.
Otro punto a destacar del programa, antes de meternos en sus intimidades, es que forma parte de la extensísima colección de aplicaciones pertenecientes al entorno KDE; esto, como indico en el vídeo, no significa que no podáis instalarlo en cualquier otro entorno de escritorio, aunque conviene avisar que si no tenéis KDE, probablemente necesitaréis instalar unas cuantas librerías para hacer que todo funcione. Esto se hará de forma automática si el programa forma parte de los repositorios de vuestra distro, por lo que no supone una incomodidad, pero sí que puede implicar que el peso en megas de la instalación sea mayor de lo normal. Segundo aviso hecho.
Una vez metidos en el programa, nos encontramos con una interfaz increíblemente simplificada, que no obliga al usuario a tener mayores conocimientos de informática para crear/administrar fichas o para utilizarlas como alumno. Esto es muy de agradecer, teniendo en cuenta que las aplicaciones que crean bases de datos pueden llegar a ser realmente complicadas.
Hay algunas cosas de Parley que me parecen muy dignas de mención. En primer lugar, la posibilidad de descargar e instalar nuevos paquetes de fichas desde la típica interfaz de KDE para estos menesteres, que recoge sus fuentes de datos de Opendesktop, entre otras ubicaciones. Por cierto, otros entornos de "los importantes" podrían aprender bastante de esta forma de agilizar la descarga de complementos en sus escritorios, y no miro para nadie, Shuttleworth. También me ha gustado mucho que los ejercicios que se nutren de las bases de datos puedan presentarse en diferentes formatos, aparte de las clásicas fichas: podremos organizar actividades de selección entre alternativas, letras desordenadas, ejemplos de frases, conjugación, flexión nominal... esto nos brinda un abanico muy interesante de ejercicios diferentes, utilizando para ello un solo programa y una sola base de datos... ¡Mola! Por último, es muy destacable que se puedan integrar sin problemas ficheros multimedia que apoyen a las fichas, como grabaciones de audio o vídeo. En el terreno específico de la enseñanza de idiomas esto es una auténtica delicia, aunque obliga al profesor a contar con una fuente de ficheros amplia, o a crearlos el mismo. De todas formas, si algún profe de idiomas me está leyendo, sabrá que esta tarea de artesanía viene con el cargo, así que...
En definitiva, un programa que puede ser imprescindible para muy diversos ambientes educativos, gracias a su concepción sencilla y abierta. Altamente recomendable. Por cierto, si queréis instalarlo, no tendréis ningún problema si vuestra distribución es del entorno KDE, pues viene incluída en los repositorios de todas las distribuciones "KDEeras". Si no es vuestro caso, probablemente lo tendréis en repositorios de todas maneras, pero si no es así, no deberíais tener ningún problema para compilarlo siguiendo las instrucciones de este enlace.
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