Continuamos engrosando el arsenal de aplicaciones destinadas a facilitar nuestro flujo de trabajo fotográfico. En este caso repaso un programa que viene a ocupar un sitio de importancia en una de las primeras fases del flujo, la que supoe el paso de los ficheros fotográficos desde nuestras cámaras a nuestros ordenadores: Rapid Photo Downloader es el protagonista.
Aunque parezca una tontería, esta "primera-segunda" fase del flujo de trabajo (depende de si consideramos un primer paso del flujo a la toma en sí) puede ser fundamental si queremos tener un mínimo control sobre nuestras colecciones de fotos. Y este control no será eficiente si no nos lo tomamos en serio desde el mismo principio. En este sentido, y por suerte, Linux cuenta con abundantes opciones. De hecho, la mayoría de nuestras distros cuentan con algún programa preinstalado para esta clase de menesteres (shotwell puede ser un buen ejemplo de ello).
Rapid Photo Downloader, creación del desarrollador y antropólogo (sí, en serio) estadounidense Damon Lynch, trata de aportar a este universo bastante poblado una solución poderosa que puede satisfacer a los que sufran de incontinencia fotográfica; este es un mal muy fácilmente diagnosticable, y cuyos síntomas consisten básicamente en que cualquier salida fotográfica se salda con una o más tarjetas SD llenas de material.
Para estos casos, es necesario contar con un software que nos garantice varias premisas, a saber:
- Configuración fácil, pero completa: personalización de carpetas de descarga y nombres de archivos.
- Velocidad de descarga.
Son sólo dos premisas, pero encierran unas cuantas dificultades obvias. Parece que, en este sentido, RPD (voy a resumir así su nombre, que es muy largo) cumple bastante bien; además de las capacidades de personalización que os muestro en el vídeo, en la página web del proyecto se anuncia que las velocidades de transferencia de los archivos a nuestros equipos superan entre dos y nueve veces las de Shotwell (programa que imagino se toma como referencia por que suele venir preinstalado en muchos sistema, como os decía). No he tenido oportunidad de hacer cálculos para corroborar este dato, pero sí que he notado que la lectura de los archivos, y la creación de miniaturas es bastante rápida; por supuesto, este dato es subjetivo y no se sustenta en ninguna prueba científica, así que no confiéis mucho en mi palabra.
Sea como fuere, el programa sirve exactamente para lo que dice, y está muy bien planteado. Me gusta mucho, por ejemplo, la simpleza de su interfaz para realizar las tareas principales de descarga: un par de botones son más que suficiente. Y sin embargo, esta sencillez se combina con las enormes posibilidades de personalización, en mi opinión uno de los puntos fuertes del programa.
De todas formas, echo en falta algunas cosas: por ejemplo, me gustaría que el programa contase con un etiquetador de fotos, pues la capacidad de nombrar sesiones a partir de palabras clave se me antoja un tanto insuficiente. También sería estupendo que, además de gestión de transferencias de fichero, el programa pudiese asumir tareas de visualización fotográfica, o que al menos se pudiese modificar a voluntad el tamaño de las miniaturas. Así y todo, estas no dejan de ser cuestiones menores; creo que este programa es uno de los fundamentales en contextos de flujos de trabajo "·King Size"". ¡Ah se me olvidaba! Si queréis instalaros este programa en Ubuntu tendréis que tirar de PPA. Las instrucciones, como de costumbre son sencillas; abrid un terminal (Ctrl + Alt + T) y escribir los siguientes comandos:
sudo add-apt-repository ppa:dlynch3/ppa
sudo apt-get update
sudo apt-get install rapid-photo-downloaderEn el caso de otras distribuciones, probablemente estará en los repositorios, pero os recomiendo que de todas formas os paséis por la sección de descargas de su página web para comprobar cuál es el método recomendado de instalación en cada caso.
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