sábado, 26 de marzo de 2016

Vídeo-Distro #31: Solus Project 1.1

¡Vuelven las vídeo-distros! Después de un montón de peticiones, he decidido tirar la casa por la ventana y ponerme a distrohoppear, aunque sea virtualmente. Vamos a echarle un vistazo a Solus Project.




Estoy un poco oxidado en esto del análisis de distros, y además he estado bastantes meses apartado del seguimiento de los movimientos del mundo Linux en el ecosistema de distribuciones. Así que puede que me haya perdido escritorios nuevos, o viejos modelos puede que hayan desaparecido. Os pido disculpas de antemano si hay alguna información incorrecta o anticuada tanto en el vídeo como en este artículo. Dicho esto, vamos por partes...

Instalación

Lo primero de todo, nos descargamos la iso desde la página web del proyecto. En la sección de descargas podemos acceder tanto a la imagen iso como a una sencilla guía de usuario en formato pdf (ojo, en inglés). Tras descargarnos la iso (pesa algo más de 800 Mb), podremos crear nuestro cd o usb en modo live, con el método que más os guste. 
Una vez arrancado el modo live, se nos presenta el escritorio Budgie y una ventana que nos permitirá elegir entre seguir probando el sistema, o pasar directamente a la instalación real del mismo.
 

A partir de aquí, pocas sorpresas; una serie de ventanas nos guiarán a través de la rutinaria selección de idioma, teclado, etc. Punto a favor de los desarrolladores en cuanto a diseño, todo muy flat. Como ya he dicho en el vídeo, por desgracia la traducción al español no es completa ni mucho menos.



Aquí empiezan las primeras decisiones importantes. El instalador nos preguntará en qué disco va a colocar el sistema. En un primer momento me temí que el proceso fuese "demasiado automático" y no me permitiese hacer instalaciones personalizadas. Por suerte, estaba equivocado. 


Tras esta primera opción "demasiado simple", entramos en la miga de todo el proceso. Podremos elegir con todo detalle cómo instalar el sistema, y hacer las particiones correspondientes mediante Gparted.  


Quizá no sea la solución más intuitiva para los usuarios noveles, pero si estás acostumbrado a redimensionar, crear o eliminar particiones mediante Gparted, te sentirás como en casa. Eso sí, por mucho que creo particiones, el instalador sólo me permite seleccionar dónde se instalará el sistema (unidad "/") y la memoria swap. No he encontrado opción para crear una partición /home independiente...



A partir de aquí, más opciones generales. Selección de zona horaria...


Y después una simpática ventana que nos advierte de que todavía no hemos creado ningún usuario. Ya. Gracias por la información...



Una vez cumplimentado, podremos darle un nombre de red a nuestro sistema:


Y listo. Ahora le toca el turno al instalador de llevar a cabo todas las tareas pendientes:


Cuando termina el proceso, podemos cerrar la ventana y reiniciar el sistema. Acordaos de sacar el lápiz de datos o el dvd de arranca antes de reiniciar. 

 

Lo mejor

Evidentemente, la interfaz. Budgie se siente moderno, adaptado a los tiempos, pero al mismo tiempo conserva ese "aroma" Gnome 2 de toda la vida. El diseño funcional y limpio es muy agradable a la vista, y simplemente dejar el escritorio con unas cuantas ventanas abiertas es una delicia para la vista. 
El panel Raven, por su parte, no es en absoluto original pero cumple bien su función. Es interesante cómo han añadido funciones de acceso rápido que normalmente están más escondidas, como las de configuración de audio. También queda muy bonita la configuración del panel, y la forma en que se añaden elementos es simple y efectiva. Debo advertiros aquí de una cosa muy importante: si cometéis errores es posible que rompáis el panel y no aparezca en el escritorio. Si ocurre eso lo malo es que no podremos recuperarlo fácilmente. Si ocurre eso, la solución para recuperar el panel completo es la siguiente:

alt+f2 "terminal"
$ dconf reset -f /com/solus-project/budgie-panel/

$ nohup budgie-panel --replace

Lo peor

Puede que esto sea polémico y a algunos les moleste lo que voy a escribir, pero... tengo que decirlo. Lo que menos me gusta de Solus Project es su propia filosofía. Me explico: El mundo del escritorio Linux está superpoblado de alternativas. No voy a entrar en la discusión de si esto es malo o bueno. Creo que ese es un debate que no tiene una conclusión única. El caso es que es cierto que hay muchas alternativas. Lo cual, ya por eso mismo, convierte a Budgie en una apuesta que va a tender a ser minoritaria, al menos de momento. ¿Cuál es el problema de todo esto? Ninguno, de no ser porque Solus Project es un proyecto completamente independiente. Esta independencia implica que tiene que haber un equipo completo de gente trabajando en todo. Literalmente en todo: compilación de software, búsqueda de programas para los repositorios, solución de bugs, testeo, diseño... todo. Y creo que en un entorno como Linux, donde lo que escasea es la "mano de obra", depender completamente de tu comunidad es una autolimitación que hace muy vulnerable a este proyecto. Por supuesto, ojalá me equivoque, pero temo que Solus Project se quede precisamente en eso: en un "proyecto solo". Podéis ponerle la tilde o no a ese último "solo", en este caso sea adverbio o adjetivo se entiende lo que quiero decir. Y perdonadme el juego de palabras. 

Conclusión

Muchas dudas con esta distribución, más que de costumbre. Me gusta la idea, me gusta el diseño, me gusta prácticamente todo, pero... el futuro de este sistema es incierto, como mínimo. En cuanto a la distro en sí, aún le faltan cosas por pulir, tiene algunos errores (mínimos) y le falta soporte para completar las traducciones. Problemas menores que no empañan una experiencia de usuario, en general, muy buena. 

 

 


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