Por fin le doy un repaso al conjunto de técnicas orientadas al revelado de retratos, algo que veníais pidiendo desde hace tiempo. Le dedicaré al asunto unos cuantos capítulos, pues el conjunto de técnicas que se pueden emplear para revelar rostros es bastante amplio y requiere de unas cuantas explicaciones. Hoy me contento con enseñaros algunas maneras de corregir detalles de la imagen, así que estamos a medio camino entre el revelado y el retoque digital.
Pero tampoco exageremos: como sabréis los que me seguís desde hace tiempo, trato de proponer un método de revelado que equilibre nuestras ansias de sobreprocesado con la sutileza necesaria para conseguir resultados armoniosos, y el retrato no va a escaparse a esta máxima. En principio, las técnicas de retoque deberían estar limitadas a elementos que de verdad es necesario eliminar: son las manchas, partículas, pelos, granos u otros elementos de la imagen que pueden distraer al espectador, ni más ni menos que lo mismo que hacemos con otros tipos de fotografía. En un segundo grupo estarían otros elementos que no considero tan necesario eliminar, como las ojeras o las arrugas, por ejemplo. Aunque imagino que le dedicaré un capítulo al trabajo con estos elementos, no me parecen prioritarios.
En cuanto a las herramientas que Dt nos proporciona, por una vez es bastante estándar: es un tampón de clonar básico, que actualmente cuenta con tres modalidades: círculo, elipse y forma libre. Tan sólo echo en falta algo parecido a un pincel, para realizar clonados sobre superficies más grandes, aunque no es necesario para el retrato propiamente dicho.
El otro procedimiento es una especie de método abreviado de separación de frecuencias. Sobre este tema probablemente también haré un vídeo exclusivo, explicando sus principios básicos, aunque podéis empezar leyendo cosas como esta, o viendo cosas como esta otra. Resumiendo mucho, esto de la separación de frecuencias consiste en "dividir" la imagen en varias "capas", cada una de ellas con un nivel diferente de detalle. Es decir, en un extremo tendríamos una imagen con los contornos más bastos, y en el extremo opuesto otra imagen con los detalles de tamaño más pequeño, y en medio de estas dos una sucesión de imágenes con detalles de diferentes tamaños intermedios. El truco está en "limpiar" las capas que necesitemos, de forma que sus detalles se eliminen, conservando todo lo demás. En realidad no tengo muy claro que el plugin de resplandor que uso en el vídeo trabaje sobre este principio, aunque el resultado efectivo es similar al que se obtiene con la separación de frecuencias "real" que ofrece gimp, por ejemplo: podemos eliminar detalles pequeños, pero sin destruir la textura de la piel. En la siguiente imagen tenéis una comparación del antes y después de la aplicación de la técnica (un poco exagerada, eso sí):
Lo que me gusta de este plugin es cuánto se nota que está pensado para el fotógrafo: los deslizadores de saturación y brillo vienen de perlas, pues no necesitamos pasarnos a otro plugin para controlar estos importantes parámetros. Las posibilidades de uso son enormes, y permiten conseguir resultados muy sutiles o más agresivos, dependiendo del tipo de revelado que deseemos. Me queda por explorar cómo hacer lo mismo con el ecualizador, que es el plugin que seguro que trabaja bajo el principio de frecuencias en Dt, aunque no he obtenido buenos resultados para este tipo de tareas, de momento. Os iré contando.
Todos los contenidos de este blog se ofrecen de forma gratuita y se pueden distribuir libremente. Si piensas que lo merecemos, puedes hacer una donación para el mantenimiento de este blog (o tomarnos una caña a tu salud) haciendo clic en el siguiente botón: