lunes, 31 de marzo de 2014

Manual Audacity #8: Efecto Auto-Duck


Después de una larga temporada sin actualizar el manual de Audacity, aquí os traigo una nueva entrega, dirigida con cariño a los que tenéis intención de iniciaros en esta romántica locura que es el podcasting. No ganaréis dinero, no seréis famosos, pero os lo pasaréis bien, eso seguro. 

El efecto Auto-duck es una de esas pequeñas joyitas que jalonan la colección de efectos del venerable Audacity; mediante una sencilla interfaz de configuración podemos preparar en cuestión de segundos una edición de niveles de sintonía adaptada a la locución; algo que, si tuviésemos que hacerlo manualmente sin una mesa de mezclas sería realmente desesperante. 

 
En principio, creo que el uso más inmediato que se le puede dar a esta técnica es la que propongo en el vídeo: las presentaciones de contenidos de un podcast. De todas maneras, hay más posibilidades: en algunos podcasts todo el contenido del programa tiene música de fondo: en estos casos podría también utilizarse el auto-duck; o, sin ir más lejos, es la forma más cómoda de introducir la "voz en OFF" en programas de radio o televisión donde se tenga que traducir un idioma extranjero. Vamos, lo que viene siendo el "efecto David Attemborough" de toda la vida. 

De pequeño siempre pensaba que David Attemborough hablaba en español e inglés al mismo tiempo
Lo dicho, en general este es un efecto orientado a que la voz en OFF o la del locutor principal se superponga sobre el resto del audio de forma automática, sin tener que controlar los niveles manualmente. Eso sí, esto no va a sustituir a una buena mesa de mezclas, conste. Con una mesa, no necesariamente cara, se puede hacer esto mismo en directo, con el consiguiente ahorro de tiempo. Vamos, que si disponéis de los dineros correspondientes, podéis disfrutar de las sensaciones de un auténtico técnico de sonido radiofónico, estresado detrás de un cristal y rezando por que el locutor no se trastabille. Que no se diga que el mundo de la tecnología no es emocionante, demonios. 


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