Este creo que va a ser mi capítulo favorito de la serie... Nos adentramos en el proceloso mundo del sonido, objeto tanto de alegrías como de frustraciones por parte del podcaster/screencaster. La cosa va a dar de sí, ya veréis, ya.
Antes de entrar en materia escrita, y por si alguno aún no lo sabía, esto por adelantado: no soy, ni mucho menos, un experto en sonido. Vamos, igualito que tampoco lo soy en imagen, ni en fotografía... ni en Linux. Voy compartiendo con vosotros aquello que yo mismo aprendo, y si hay errores o estupideces en lo que voy contando, siempre voy a agradecer que me las indiquéis para hacer después las correcciones que sean menester. Sin embargo, en esto del sonido sí que puedo decir que he aprendido unas cuantas cosas no relacionadas directamente con el screencasting. Soy filólogo de formación y oficio, y durante la carrera, especialmente en el doctorado, tuve la oportunidad de trastear con aparataje de captación de sonido; también tengo los conocimientos técnicos elementales en este campo, y más o menos sé lo que es una frecuencia, un armónico, y ese tipo de cosas. Años después de terminar la carrera también estuve haciendo radio en una emisora local de mi ciudad natal, y ahí continué adquiriendo conocimientos, esta vez más prácticos que teóricos, relacionados con microfonía, mezcla de sonido, técnicas de locución... un poquito de todo, vaya. Con esto quiero decir que aquí nos adentramos en un mundo donde estoy "relativamente a gusto", aunque, como de costumbre, no sea un experto propiamente dicho.
¡Y como ha quedado corto el vídeo, ahí os he dejado una introducción en texto no menos plúmbea, no tengo arreglo! Voy a ver si os puedo aportar un poco más de información en estas líneas, y así dejamos un capítulo completito.
Recordad también que la voz humana no es sólo una onda, sino una combinación de ellas, que se organizan en lo que se llama "formantes". Pues bien, esos formantes, en lo que a voces humanas se refiere, son diferentes ondas que oscilan entre, aproximadamente, 250 y 3000 herzios (3Khz). Por otro lado, nuestros oídos son capaces de registrar entre 20 y 20 000 Herzios (a esto se le llama "espectro audible", que suena a fantasma que grita, pero no tiene nada que ver). Y estos son los números claves. Como mínimo, un micrófono que se considere profesional debe ser capaz de registrar entre 20hz y 20Khz, o lo que es lo mismo, debe poder "escuchar" lo mismo que pueden escuchar nuestros oídos, como mínimo. Si bajamos esa gama de frecuencias, obtendremos algo muy similar a lo que escuchamos al descolgar el teléfono: voces "metálicas", que suenan de todo menos naturales. Además de otros datos no menos importantes, creo que esto del rango de frecuencias puede ser un índice interesante para valorar la calidad de un micrófono.
Un poco de teoría
Para empezar, algunas cosas técnicas que pueden servir de punto de partida: a lo mejor tenéis dudas para elegir el micro, porque no he dado un criterio objetivo que defina su calidad. Pues bien, la calidad final de un micrófono viene dada por un montón de factores (impedancia, patrón de recepción, margen dinámico, etc.) pero probablemente el más crítico sea su rango o gama de frecuencias. Este rango se entiende como la capacidad de un micrófono de captar frecuencias de sonido. Recordad que el sonido son ondas en el aire, y que toda onda tiene una frecuencia (el número de veces que un movimiento ondular, o ciclo, se repite en una unidad de tiempo determinada).Diferentes patrones de ondas: más arriba, ondas de baja frencuencia, y más abajo, de alta frecuencia. Fuente: Wikipedia |
Bits y Herzios
Otras cosas pendientes que no menciono en el vídeo; en primer lugar, el formato de grabación. Más o menos dará lo mismo el tipo de codificación que hagáis, siempre que esta sea de calidad y lo menos comprimida posible. En lo que a mi respecta, en la actualidad me decanto por grabar en .wav con 48000 Hz y 16 bits. En cuanto a los 48000 herzios, parece que este es el estándar en la industria del vídeo; en realidad grabo así porque no encuentro forma de configurar el audio de mi réflex de otra manera, así que grabo todo con los mismos herzios y santas pascuas. Estos parámetros, en el terreno del screencasting, tampoco deberían preocuparos en exceso: son muy útiles para la edición fina de sonido (ecualización, normalización), pero un audio de 44KHZ a 16 no se "oye peor" que uno de 48KHZ y 24 o 32 bits. Tienen más información, sin más, algo parecido a los raw de fotografía, pero si vamos a procesar poco el sonido creo que no es importante la diferencia en el contexto en que nos movemos.
También aprovecho para aclarar (creo que en el vídeo uso los términos demasiado a la ligera, disculpadme) la diferencia entre mesa de mezclas e interfaz de audio. Una mesa de mezclas es un dispositivo que, como su nombre indica, sirve para "mezclar" diferentes fuentes de audio. Las mesas de mezclas suelen contar con controles que ecualizan, normalizan, y dotan de diferentes efectos a los sonidos de entrada, para luego enviarlos a una fuente de grabación o emisión. Por su parte, una interfaz de audio es otro dispositivo que "simplemente" conecta las fuentes de captación (los micrófonos o instrumentos musicales) con el dispositivo de grabación (el ordenador o la grabadora). Cosa diferente es que las mesas de mezclas puedan incluir su propia interfaz, como por ejemplo esta:
O que existan micrófonos con interfaz propia pero sin mesa de mezclas, lógicamente:
En cuanto a interfaces buenas y bonitas, parece que una de las recomendadas por su relación calidad precio es la siguiente:
Sobre esta preciosa interfaz (la quiero, la deseo) os recomiendo este vídeo, en que además se muestra su uso en entorno Linux:
Y aún más cositas... tampoco he hablado de otros equipamientos necesarios para completar nuestro estudio casero; por ejemplo, los pies de micro. Esto es especialmente importante si vais a usar un micro de estudio, y si es de condensador ya ni os cuento. Yo no andaría poniendo un micro de condensador en un cajón, o rodando por la mesa... sería una mala idea, en serio. Así que se hace necesario un buen pie de micro, del tipo que consideréis oportuno, pero que sea robusto y a ser posible, pesado. Personalmente me encantaría tener uno de estos:
Más y más trastos
Vamos al apartado "cesta de la compra"; lo que os voy a contar a continuación no pretende ser una lista de productos recomendados, porque no he probado la mayoría de ellos, y porque ya hay gente que sabe más que yo, por ejemplo este colega yutubero. De todas formas aquí van algunas orientaciones:
En cuanto a marcas de micrófonos, las que tienen más prestigio ganado son, entre otras, RØde, Sennheiser, akg, shure, neuman, Peavey, Shure... ni necesariamente por este orden, ni son solo estas, ni voy a proponer ningún modelo en particular. Hay más micrófonos que longanizas, y cada uno es de su madre y de su padre, así que os recomiendo el consejo de un profesional si estáis dispuestos a hacer el desembolso. O, como mínimo, haced una buena investigación con la encomienda a San Google de por medio. También hay soluciones con bastante predicamento (y sospecho que mucha subvención interesada) entre los yutuberos, como los micros de condensador de la marca Yeti.
El popularísimo periodista Íker Jiménez promocionando su podcast; y de paso, el micrófono no profesional pero muy yutubero Blue Yeti. Vaya tela con el product placement... |
Ni entro ni salgo, haced vuestras pruebas y escuchad los resultados de cada uno. Y ya os adelanto que, si no tenéis el oído muy, muy fino, las diferencias son casi inapreciables. Insisto, si no sois profesionales. Los expertos en el tema pueden distinguir características como la "cremosidad" o la "aspereza" de un sonido, y pueden discriminar si un dispositivo es apto para una voz femenina o para una masculina, o para tal o cual estilo de música, en tal o cual ambiente... Este artículo está encaminado a novatos y creo que sería un atrevimiento por mi parte profundizar en un ámbito que no domino tanto.
En cuanto a micrófonos de diadema, aunque los pongo un poco a parir en el vídeo, no puedo dejar de mencionar que existen soluciones de más calidad que los típicos auriculares "gaming" con micro integrado. Pero claro, son más similares a los que se usan en programas de televisión... pero el precio también es bastante "profesional", así que para gastarme eso, sinceramente, prefiero un lavalier, que me da menos aspecto de monitor de gimnasio venido a menos:
Shure MX153: unos 200€ de nada. Calderilla. |
Behringer XENYX 1204, mezcladora e interfaz USB |
Shure PG42-USB, al que homenajeo debidamente en el vídeo y no me cansaré de admirar |
En cuanto a interfaces buenas y bonitas, parece que una de las recomendadas por su relación calidad precio es la siguiente:
Focusrite Scarlett 2i2 |
Sobre esta preciosa interfaz (la quiero, la deseo) os recomiendo este vídeo, en que además se muestra su uso en entorno Linux:
Y aún más cositas... tampoco he hablado de otros equipamientos necesarios para completar nuestro estudio casero; por ejemplo, los pies de micro. Esto es especialmente importante si vais a usar un micro de estudio, y si es de condensador ya ni os cuento. Yo no andaría poniendo un micro de condensador en un cajón, o rodando por la mesa... sería una mala idea, en serio. Así que se hace necesario un buen pie de micro, del tipo que consideréis oportuno, pero que sea robusto y a ser posible, pesado. Personalmente me encantaría tener uno de estos:
Rode PSA1 |
Pero teniendo en cuenta la pasta que cuestan, me he conformado con uno de estos otros:
Pie de micro vulgar y corriente de una marca cualquiera |
Cualquiera de estos hace un buen trabajo, y aseguran que el micro esté en su posición y fijado convenientemente.
Y ya si os sobra el dinero, podéis haceros con un filtro anti-pop o una protección de espuma. Yo tengo en un cajón un filtro de estos:
Si bien es cierto que estos filtros hacen bien su trabajo (suavizan las oclusivas y un poquillo las sibilantes), tener un chisme de estos delante de la cara mientras estás haciendo cosas en el ordenador se vuelve una pesadilla, creedme. Así que os recomendaría uno de estos, que es más económico y hace un trabajo muy parecido:
Y ahora sí, creo que esto es todo... imagino que os habréis quedado con la extraña sensación de que con esto del sonido y el podcasting se abre una siniestra caja de Pandora, donde todo es demasiado complicado, hay demasiadas opciones y demasiado que aprender. Si tenéis esa sensación, enhorabuena, habéis aprendido el concepto más importante. El sonido tiene algo de ciencia y algo de magia, en proporciones variables además. Otra sensación adyacente es la de "vale, pero: ¿Y todo esto cuánto me va a costar?" Esa es una pregunta legítima y que probablemente lleve a muchos a echarse atrás en la decisión de empezar este mundillo. Honestamente: un audio de pretensiones no te va a salir, sumando todos los componentes, por menos de 200€ o su traslación a la divisa que corresponda. Este es, por supuesto, un precio aproximado, y teniendo en cuenta de forma muy grosera las diferentes opciones que he expuesto (combos de mesa/interfaz y micro, sólo el micro, etc.). Así las cosas, empezar con un podcast/screencast de calidad supone una decisión que va a tener consecuencias en el bolsillo, sí o sí. Cosa diferente es que eso no nos importe tanto, pero este es un artículo pensado para los que sí están preocupados por el asunto.
Creo que esto es todo, aunque probablemente un día de estos retome este asunto, profundizando en conceptos que me parecen interesantes. Espero que el siguiente capítulo no sea tan pesado.
Y ya si os sobra el dinero, podéis haceros con un filtro anti-pop o una protección de espuma. Yo tengo en un cajón un filtro de estos:
Si bien es cierto que estos filtros hacen bien su trabajo (suavizan las oclusivas y un poquillo las sibilantes), tener un chisme de estos delante de la cara mientras estás haciendo cosas en el ordenador se vuelve una pesadilla, creedme. Así que os recomendaría uno de estos, que es más económico y hace un trabajo muy parecido:
Y ahora sí, creo que esto es todo... imagino que os habréis quedado con la extraña sensación de que con esto del sonido y el podcasting se abre una siniestra caja de Pandora, donde todo es demasiado complicado, hay demasiadas opciones y demasiado que aprender. Si tenéis esa sensación, enhorabuena, habéis aprendido el concepto más importante. El sonido tiene algo de ciencia y algo de magia, en proporciones variables además. Otra sensación adyacente es la de "vale, pero: ¿Y todo esto cuánto me va a costar?" Esa es una pregunta legítima y que probablemente lleve a muchos a echarse atrás en la decisión de empezar este mundillo. Honestamente: un audio de pretensiones no te va a salir, sumando todos los componentes, por menos de 200€ o su traslación a la divisa que corresponda. Este es, por supuesto, un precio aproximado, y teniendo en cuenta de forma muy grosera las diferentes opciones que he expuesto (combos de mesa/interfaz y micro, sólo el micro, etc.). Así las cosas, empezar con un podcast/screencast de calidad supone una decisión que va a tener consecuencias en el bolsillo, sí o sí. Cosa diferente es que eso no nos importe tanto, pero este es un artículo pensado para los que sí están preocupados por el asunto.
Creo que esto es todo, aunque probablemente un día de estos retome este asunto, profundizando en conceptos que me parecen interesantes. Espero que el siguiente capítulo no sea tan pesado.
Todos los contenidos de este blog se ofrecen de forma gratuita y se pueden distribuir libremente. Si piensas que lo merecemos, puedes hacer una donación para el mantenimiento de este blog (o tomarnos una caña a tu salud) haciendo clic en el siguiente botón: