Estaba cantado que esta serie terminaría pronto o de otra manera tendría poco sentido, dada la cercanía de la salida de la flamante nueva versión de la distro de Canonical. Este es probablemente el capítulo más obvio y de contenido más accesible, en la medida en que simplemente se trata de recordar a los que uséis Ubuntu que disponéis de una herramienta valiosísima instalada de fábrica en vuestro sistema. Se trata del programa de copias de seguridad Déjà-Dup, que facilita enormemente el proceso de crear "backups" de nuestros archivos y cuenta con unas cuantas opciones realmente funcionales.
Déjà-Dup (conocido como respaldo, y para ahorrarme espíritus y tildes extrañas de ahora en adelante lo denominaré en español) es un programa que lleva entre nosotros desde 2008 y que actualmente va por la versión 25 (mala rima). Fue creado y está mantenido por el programador de Canonical Michael Terry y es uno de los mejores y más amistosos programas que podemos encontrar para estos menesteres en el ámbito del software libre.
Su uso está simplificado al máximo pero al mismo tiempo mantiene opciones avanzadas; llama la atención, por ejemplo, la gran cantidad de opciones con las que cuenta para seleccionar el destino de las copias de seguridad (discos locales, servidores de todo tipo, e incluso acceso directo al almacenamiento proporcionado por Ubuntu One). También destaca por su sencillez la interfaz para configurar la periodicidad de las copias de respaldo, aunque aquí es cierto que podría haber más opciones para los exigentes: un día de la semana concreto a partir de una hora determinada, por ejemplo.
Por lo que he podido comprobar, realiza copias a una buena velocidad, aunque naturalmente la primera de todas será más lenta porque tendrá que respaldar todo el contenido que le indiquemos, y si eso implica toda la carpeta /home pueden ser unos cuantos Gb. En mi caso he realizado una copia esta misma mañana y el proceso no ha pasado de las 2 horas, para un total de 600 GB que se han comprimido en alrededor de 400. Este proceso, al contrario de lo que pudiera parecer, no secuestra demasiados recursos de sistema (sobre todo en uso de disco duro), por lo que me he podido dedicar a mis menesteres habituales sin notar para nada bajón alguno en el rendimiento.
Una cosa que no entiendo muy bien es la forma en que Respaldo guarda los datos, pues tras la finalización de la copia he echado un vistazo a la carpeta de destino donde los he almacenado y me he encontrado con lo siguiente:
Efectivamente, un montonazo de archivos (3.205 para ser exactos) comprimidos en tar.gz, todos de 52,4 Mb excepto dos, uno de 9 y otro de 1,9 Gb. Ni pies ni cabeza, vaya. En todo caso, el programa funciona a la perfección, eso os lo garantizo.
Otra de las cosas interesantes es la capacidad del programa para crear puntos de guardado de nuestros archivos, o si lo preferís denominar de otra manera, versiones de los documentos. Estas versiones recuerdan de alguna manera a los puntos de guardado de los sistemas Windows. Creo que se llamaba así, era aquel extraño sistema que se supone que servía para recuperar a Windows de algún error fatal devolviéndolo a un momento anterior a la instalación de algún programa, pero que luego no servía para nada, o te dejaba el sistema todavía peor. En este caso el funcionamiento está más simplificado y se reduce a la recuperación de "momentos de guardado" de los documentos que formen parte de alguno de los backups anteriores. Y como está integrado en Nautilus podremos acceder a esta característica haciendo clic derecho directamente sobre el archivo en el navegador. Una vez seleccionada la opción, nos aparecerá una ventana desde la que seleccionaremos la ubicación de la copia de seguridad y después la versión concreta que queremos recuperar, en caso de que haya más de una.
Por supuesto, la capacidad de Respaldo para guardar versiones dependerá de dos factores: la propia capacidad de almacenamiento del dispositivo donde guardemos los datos, y el tiempo durante el que el programa almacenará las diferentes copias, con tres opciones a nuestra disposición: al menos seis meses, al menos un año o indefinidamente. Si manejáis muchos documentos y tenéis planificados guardados automáticos diarios, la cantidad de información que tendréis a buen recaudo al cabo de unos meses puede ser, cómo decirlo... ¿acojonante?
En resumen, un programa imprescindible y que se puede aprovechar de múltiples maneras; yo lo he enfocado desde el punto de vista de la necesidad que tendremos de guardar y recuperar nuestros documentos y configuraciones tras la reinstalación del sistema, aunque según vuestras necesidades podéis adaptar su uso: como sistema para guardar sólo unos documentos concretos cuyas versiones tengan que quedar registradas, o como sistema de respaldo normal en el caso de coleccionistas de archivos (fotógrafos, por ejemplo). Aunque el programa está disponible por defecto en Ubuntu, si estáis en otra distribución podréis bajaros los paquetes correspondientes desde su sitio de Launchpad. Si estáis en Ubuntu pero padecéis versionitis aguda podéis probar con la PPA inestable:
Déjà-Dup (conocido como respaldo, y para ahorrarme espíritus y tildes extrañas de ahora en adelante lo denominaré en español) es un programa que lleva entre nosotros desde 2008 y que actualmente va por la versión 25 (mala rima). Fue creado y está mantenido por el programador de Canonical Michael Terry y es uno de los mejores y más amistosos programas que podemos encontrar para estos menesteres en el ámbito del software libre.
Su uso está simplificado al máximo pero al mismo tiempo mantiene opciones avanzadas; llama la atención, por ejemplo, la gran cantidad de opciones con las que cuenta para seleccionar el destino de las copias de seguridad (discos locales, servidores de todo tipo, e incluso acceso directo al almacenamiento proporcionado por Ubuntu One). También destaca por su sencillez la interfaz para configurar la periodicidad de las copias de respaldo, aunque aquí es cierto que podría haber más opciones para los exigentes: un día de la semana concreto a partir de una hora determinada, por ejemplo.
Por lo que he podido comprobar, realiza copias a una buena velocidad, aunque naturalmente la primera de todas será más lenta porque tendrá que respaldar todo el contenido que le indiquemos, y si eso implica toda la carpeta /home pueden ser unos cuantos Gb. En mi caso he realizado una copia esta misma mañana y el proceso no ha pasado de las 2 horas, para un total de 600 GB que se han comprimido en alrededor de 400. Este proceso, al contrario de lo que pudiera parecer, no secuestra demasiados recursos de sistema (sobre todo en uso de disco duro), por lo que me he podido dedicar a mis menesteres habituales sin notar para nada bajón alguno en el rendimiento.
Una cosa que no entiendo muy bien es la forma en que Respaldo guarda los datos, pues tras la finalización de la copia he echado un vistazo a la carpeta de destino donde los he almacenado y me he encontrado con lo siguiente:
Efectivamente, un montonazo de archivos (3.205 para ser exactos) comprimidos en tar.gz, todos de 52,4 Mb excepto dos, uno de 9 y otro de 1,9 Gb. Ni pies ni cabeza, vaya. En todo caso, el programa funciona a la perfección, eso os lo garantizo.
Otra de las cosas interesantes es la capacidad del programa para crear puntos de guardado de nuestros archivos, o si lo preferís denominar de otra manera, versiones de los documentos. Estas versiones recuerdan de alguna manera a los puntos de guardado de los sistemas Windows. Creo que se llamaba así, era aquel extraño sistema que se supone que servía para recuperar a Windows de algún error fatal devolviéndolo a un momento anterior a la instalación de algún programa, pero que luego no servía para nada, o te dejaba el sistema todavía peor. En este caso el funcionamiento está más simplificado y se reduce a la recuperación de "momentos de guardado" de los documentos que formen parte de alguno de los backups anteriores. Y como está integrado en Nautilus podremos acceder a esta característica haciendo clic derecho directamente sobre el archivo en el navegador. Una vez seleccionada la opción, nos aparecerá una ventana desde la que seleccionaremos la ubicación de la copia de seguridad y después la versión concreta que queremos recuperar, en caso de que haya más de una.
Por supuesto, la capacidad de Respaldo para guardar versiones dependerá de dos factores: la propia capacidad de almacenamiento del dispositivo donde guardemos los datos, y el tiempo durante el que el programa almacenará las diferentes copias, con tres opciones a nuestra disposición: al menos seis meses, al menos un año o indefinidamente. Si manejáis muchos documentos y tenéis planificados guardados automáticos diarios, la cantidad de información que tendréis a buen recaudo al cabo de unos meses puede ser, cómo decirlo... ¿acojonante?
En resumen, un programa imprescindible y que se puede aprovechar de múltiples maneras; yo lo he enfocado desde el punto de vista de la necesidad que tendremos de guardar y recuperar nuestros documentos y configuraciones tras la reinstalación del sistema, aunque según vuestras necesidades podéis adaptar su uso: como sistema para guardar sólo unos documentos concretos cuyas versiones tengan que quedar registradas, o como sistema de respaldo normal en el caso de coleccionistas de archivos (fotógrafos, por ejemplo). Aunque el programa está disponible por defecto en Ubuntu, si estáis en otra distribución podréis bajaros los paquetes correspondientes desde su sitio de Launchpad. Si estáis en Ubuntu pero padecéis versionitis aguda podéis probar con la PPA inestable:
sudo add-apt-repository ppa:deja-dup-team/testing
sudo apt-get update
sudo apt-get install deja-dupAh, y que no se me olvide: aunque haya quedado un poco eclipsado por la magnificencia de este programa, no puedo dejar de destacar la importancia que puede tener la carpeta /home como lugar de almacenamiento de los archivos de configuración de vuestro software. Si realmente queréis tener vuestro equipo tal y como estaba antes de una reinstalación, todos esos archivos que parecen inútiles y que están escondidos en carpetas ocultas son imprescindibles. Recordadlo, se ahorra tiempo que es un primor.