Hoy os traigo una técnica relacionada con el revelado por zonas, pero que hace énfasis en un terreno diferente del habitual: el color.
Generalmente el revelado por zonas se entiende como un procedimiento que sirve para controlar el contraste de una fotografía en áreas particulares, con un doble objetivo: extender al máximo el rango tonal de la imagen, y por otro, para darle mayor "presencia" a determinados motivos. En ese sentido, las zonas se seleccionan en virtud de sus propiedades de luminosidad, y se editan con procedimientos que afectan a su contraste: niveles, curvas, o cualquiera de los plugins o herramientas del programa que estemos usando.
Hasta ahora, las técnicas que os he ido enseñando en el blog han estado enmarcadas en este terreno, aunque, por supuesto, las posibilidades son mucho mayores. Además de la luminosidad, en una imagen hay elementos que pueden ser susceptibles de ser aislados y tratados de forma zonal: el color es uno de ellos.
En este caso he ido aún más lejos, y he tratado de desarrollar una técnica en Dt que trata de emular alguna de las propuestas de Mellado, quien en su famoso Revelado Digital de Alta Calidad expone los principios del revelado por zonas, y da algún ejemplo de este revelado con temperaturas cruzadas.
Como indico en el vídeo, Dt no dispone de la posibilidad de modificar zonalmente la temperatura de color de la imagen, debido a que el plugin que se encarga de esto en el programa no tiene las herramientas de selección que otros sí tienen. Aunque entiendo las razones del equipo de desarrollo para eliminar estas herramientas del plugin, creo que existen buenas razones para dotar de varias temperaturas a una foto. El caso que nos ocupa en el revelado del vídeo es uno de ellos.
Cuando aplicamos una temperatura fría al fondo de la imagen, y mantenemos (o incluso "calentamos) el frente, lo que conseguimos es un contraste cromático (azulado de fondo, amarillento-anaranjado al frente) que puede ser interesante y, además, aislamos al motivo central del resto de la imagen, de un modo parecido al que obtenemos aplicando valores de contraste oscuros y claros, respectivamente.
Dicho esto, debo advertiros de que esta clase de procedimientos siempre son una especie de trampantojo, y que no conviene nunca abusar de ellas. No obstante, algunos motivos son especialmente proclives a recibir estos tratamientos: la fotografía macro es uno de ellos.
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