Sobre el tema del flujo de trabajo en Darktable se podrían escribir tratados enteros, no tanto por la complejidad del programa (que la tiene), sino por que esto del flujo de trabajo es un concepto bastante subjetivo y ligado a las preferencias de cada fotógrafo. En esta miniserie voy a contaros cuáles son mis opiniones y técnicas relacionadas con este concepto, aunque por supuesto ya os adelanto que podría haber otras alternativas, seguramente mejores que las mías. Lo bueno es que Darktable cuenta con herramientas suficientes para organizar nuestro propio flujo de forma personalizada.
En primer lugar, y para inaugurar esta serie, voy a dejar por escrito lo que yo entiendo que es el flujo de trabajo fotográfico. Insisto, esta es una cuestión altamente personal y los pasos específicos dependen de cada uno; de todas formas, yo entiendo el flujo de trabajo como una forma lógica de organizar todo el proceso fotográfico, desde la toma hasta la publicación, y a eso me voy a ceñir para ir desgranando los diferentes capítulos de esta serie.
En este sentido, conviene tener en mente qué es el flujo de trabajo, porque es un concepto que muchos fotógrafos manejan de una forma un tanto laxa, y lo que es peor aún, se da por entendido a priori, sin más explicaciones. Así que me voy a mojar con una definición propia:
El flujo de trabajo fotográfico consiste en la organización de las tareas de toma, procesado y publicación de imágenes teniendo en cuenta criterios de eficacia y eficiencia.
Después de este lapidario mandamiento (me encantan las frases rimbombantes, mesiánicas, la pompa, el boato... en fin, soy un megalómano, qué le vamos a hacer), me explico en román paladino: tener un flujo de trabajo consiste simplemente en organizar cómo se trabaja con las fotografías, especialmente cuando se tienen muchas. Esto es más importante de lo que parece: si eres un fotógrafo "muy amateur" y sólo sacas la cámara a pasear de Pascuas a Ramos, no creo que merezca la pena manejar estos conceptos: saca tus fotos, revela y disfruta de ellas, sin darle más vueltas. Esto del flujo de trabajo está pensado para aquellos "amateur avanzados" o profesionales que tienen que lidiar con montones de sesiones y miles de negativos digitales. Para estas personas es crítico poder tener un sistema que facilite y acelere su trabajo lo más posible, con el objetivo de poder dedicar la mayor parte del tiempo a lo más importante: la creación artística. Así que, de alguna manera, esto del flujo de trabajo es una manera de minimizar el dolor que supone dedicarse a tareas que no están directamente relacionadas con la fotografía. Si nos organizamos bien, no será tan molesto y tedioso localizar imágenes, revelarlas rápidamente, estar preparados para crear un book, una galería web, una exposición...
Otra cosa que tengo que mencionar es que este que os presento es un flujo de trabajo en lo que a Darktable respecta, por lo que no tengo en cuenta el primero de los pasos (configuración y toma fotográfica) ni el último (publicación de la imagen, bien sea impresa o en formato digital). Lógicamente Darktable se queda fuera de estas etapas, así que me ocuparé de cómo nuestro revelador se integra en el resto de las etapas.
¿Y cuáles son esas etapas? Ya lo indico en el vídeo, pero conviene tenerlo siempre en mente:
- Importación
- Etiquetado y clasificación
- Revelado
- Exportación
Aunque parezca simple, la cosa se va complicando según avancemos, pues cada una de estas etapas tiene diferentes "subapartados". Me centraré en el primer paso, el del capítulo de hoy, para que os hagáis una idea.
La importación de las imágenes es el primero de los pasos (en realidad es el segundo, el primero es la configuración de la cámara y la toma en sí misma) y si no lo hacemos como debe ser pronto lo lamentaremos, pues de una buena importación puede depender, entre otras cosas, una fácil localización de los archivos fotográficos en nuestro disco duro. En realidad esta fase del flujo, aunque la hagamos desde Dt, está pensada para facilitar el acceso a los archivos físicos fuera del programa; a Dt le da igual dónde están las fotos, si están en carpetas ordenadas o no, pues para evitar nuestro caos personal crea su propia base de datos. Pero siempre es conveniente que fuera de Dt las fotos se puedan localizar rápidamente, en directorios cuyos nombres resulten significativos y se puedan ordenar de una forma clara y predecible.
Así, lo más importante para que la importación de imágenes sea eficiente es que la clasificación de las mismas en carpetas tenga una lógica interna, creada por nosotros mismos, pero que sea coherente y la misma para todas las imágenes que importemos. Darktable contiene todas las opciones que necesitamos para hacer algo así, en la pestaña de configuración de importación; además, la configuración por defecto ya es bastante buena, pues utiliza el viejo criterio de nombrar archivos y directorios con la estructura:
año-mes-día
Esta forma de nombrar a los archivos es más vieja que las togas praetextas y ha demostrado ser la forma más útil de tener todos los directorios ordenados. Además de ello, Darktable incluye por defecto el nombre de la sesión en la carpeta, para contentar a aquellos que necesitan un nombre más "humanamente legible" para discernir el contenido de los directorios. Aún así, Darktable es bastante flexible y permite configurar los nombres libremente, aunque debo insistir en que esta técnica del "año-mes-día" es la más cómoda, así que os recomendaría que no intentaseis reinventar la rueda con exóticos nombres de carpetas.
Aunque en el apartado de nombrado Darktable no es precisamente original, hay alguna cosa que llama la atención, por ejemplo la existencia de una opción para crear copias de seguridad integrada en la configuración de importado de imágenes. Sospecho que la razón subyacente de colocar esta opción aquí y no en un plugin aparte es la de "forzarnos" a hacer copias de seguridad de nuestros negativos digitales lo antes posible. En este sentido me parece que alguno podría alegar que lo ideal sería poder hacer copias de seguridad en cualquier momento, almacenando además los ficheros xmp que contienen los ajustes de revelado. De todas formas esto es algo que se puede hacer de forma "manual" cuando se quiera, utilizando el navegador de carpetas o algún programa para crear "backups" de los que hay en Linux. Personalmente estoy de acuerdo con la idea de colocar esta opción en este punto del flujo de trabajo, pues lo importante en realidad son los negativos; los revelados son, por su propia naturaleza, frutos de un momento, de una inspiración artística y, sobre todo, de las posibilidades técnicas de un programa que está en evolución continua, de modo que lo que en el fondo importa es tener los negativos a salvo por si en un futuro queremos editarlos de otra manera o con mejores herramientas.
De momento esto es todo; en el siguiente capítulo me adentraré en el proceloso universo de la clasificación, valoración y etiquetado de imágenes. otro de los puntos fuertes de Dt.
Y por si os hacía falta algún ejemplo de sintaxis, os dejo este que muy amablemente me ha hecho llegar Toni GL a través de Google+:
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