Aunque esta es la tercera entrega, voy a aprovechar este capítulo para escribir sobre algo importante relacionado con Calibre. Y es que también es coincidencia que empiece una serie sobre este programa y celebremos una de las cirtunstancias más felices en el desarrollo de una aplicación de software libre. Tantos años con nosotros, y por fin podemos celebrar tu mayoría de edad. O lo que traducido al lenguaje informático es la versión 1.0, vaya.
Que una aplicación alcance la versión 1.0 significa, aparte de que queda muy redondo el número, que los desarrolladores consideran que se ha alcanzado una estabilidad suficiente para que el programa pueda ser utilizado en entornos "productivos". En realidad no deja de ser algo simbólico, Calibre es uno de los programas más rocosos y estables que haya conocido en Linux, al menos desde que tengo recuerdo.
En cuanto a novedades tangibles, tampoco es que haya demasiadas cosas, pero alguna es muy interesante. Destaca en el aspecto visual la adición de una nueva vista de miniaturas en el panel central, que da un aspecto muy bonito a la biblioteca.
Dicho sea de paso, la utilidad de esta vista me parece por lo menos dudosa, pero bueno, bonita sí que es. En cuanto cosas realmente prácticas, lo que destaca sobremanera es la mejora en la velocidad del programa, tanto en el arranque como en la gestión de las tareas relacionadas con la base de datos. Realmente se nota mucho la mejora, y es algo de agradecer, pues siempre he opinado que el punto flaco de calibre es el rendimiento. Pues bien, a partir de ahora me quedaré calladito, Calibre vuela.
Si habéis instalado Calibre desde los repositorios oficiales de Ubuntu, y no queréis esperar a la actualización automática del programa, podéis hacerlo manualmente abriendo un terminal (Ctrl + Alt + T) y pegando el siguiente código:
sudo python -c "import sys; py3 = sys.version_info[0] > 2; u = __import__('urllib.request' if py3 else 'urllib', fromlist=1); exec(u.urlopen('http://status.calibre-ebook.com/linux_installer').read()); main()"
Aunque debo avisaros de que si lo hacéis así, Calibre perderá toda la capa de maquillaje que le han puesto para adaptarse a la interfaz de Ubuntu... hay que tener en cuenta que calibre es un programa Qt (Ubuntu es de la familia GTK), por lo que el aspecto "por defecto" es un tanto... digamos que no encaja con la estética general de Ubuntu, para ser generosos. De todas maneras, si andáis cortos de máquina os recomiendo que lo hagáis, la mejora de rendimiento compensa el desaguisado en el aspecto, sin lugar a dudas.
En cuanto al tema del vídeo de hoy, tengo poco que añadir. Calibre tiene otro de sus puntos fuertes en la gestión y edición de los metadatos, y en el tutorial sólo rasco un poco la superficie, para proporcionar unas bases con las que comenzar a trabajar con este espléndido programa. En el siguiente capítulo echaremos un vistazo a otro elemento importante, que es la edición de las columnas de datos... ¿importante? Sí. ¿Aburrido? Probablemente. No todo en internet va a ser pornografía, leñe...
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