Aunque mantendré abiertas el resto de series, ya iba siendo hora de añadir otro miembro a la familia de vídeomanuales de mi canal. Si el otro día comenzaba a darle caña a Gimp, ahora es el turno de Calibre, un programa que me parece una de esas obras maestras que tenemos en el Software Libre y que no sabemos valorar del todo. Vamos a intentar ponerlo en el sitio que se merece a lo largo de los siguientes capítulos.
Soy un orgulloso usuario de Calibre desde hace unos cuantos años. Lo utilizo, además, para varios menesteres. Soy un lector bastante glotón, y no dispongo de sitio ni presupuesto para almacenar todos los libros que quisiera tener. Mi oficio es el de la enseñanza, y tengo la costumbre de guardar todos mis materiales y manuales en pdf, para cuando vuelva a necesitarlos, así que Calibre me viene genial para llevar una base de datos organizada pero sencilla de mantener. Y por último, en los últimos tiempos he estudiado algo de biblioteconomía y archivística, y es que este que os escribe es un poco maniático del orden de sus colecciones (el resto de mis cosas es bastante caótico, pero lo que son mis colecciones las tengo ordenadas y clasificadas, otra rareza al zurrón) y adora todo lo que tenga que ver con la gestión de bibliotecas. Ah, y también tengo mi faceta geek, por lo que un lector de libros electrónicos es otro más de esos chismes que engrosan mi arsenal de artefactos tecnológicos.
Con todos estos antecedentes comprenderéis que para mi Calibre es un compañero necesario. Es un programa que cumple sobradamente con cualquiera de las necesidades que tengáis si disponéis de una colección de libros electrónicos, o de ficheros de cualquier tipo, siempre que sean legibles por un E-Book. Las posibilidades de uso de este programa son enormes, a pesar de que aparentemente pensemos lo contrario. A lo largo de esta serie os daré unos cuantos ejemplos de todo lo que podemos hacer con el.
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