jueves, 14 de abril de 2016

Audacity #10: Normalización de Audio

Audacity no podía faltar a las actualizaciones del blog. De hecho, es una de las series más vistas y, como no soy precisamente organizado, es uno de los vídeomanuales que tengo más abandonados. Vamos a solucionarlo poco a poco, con unos cuantos vídeos que repasarán diversos efectos.






Confieso que documentarse para hacer este tutorial y el artículo que ahora mismo estáis leyendo ha sido una de las tareas más arduas a las que me he enfrentado desde que tengo una existencia internáutica. De hecho, a día de hoy, después de haber leído mucho sobre el tema, sigo sin tener del todo claro los pros y los contras de esta herramienta. Por lo tanto, todo lo que a continuación escriba, y por extensión todo lo que digo en el vídeo de hoy está sujeto a revisión por mi parte, y a corrección o sugerencias de mejora por la vuestra. He dicho.

En relación con la herramienta de hoy, a continuación os voy a dejar una máxima que, por lo visto, sí está validada por los expertos que pululan por la red. Es la siguiente:

Ojo con lo que editas, y cómo lo editas. Editar es bueno si lo haces bien, y muy malo si lo haces mal. Y todos los efectos y filtros que uses tienen virtudes y defectos. 

Como veis, llevo varios párrafos curándome en salud, y tengo buenas razones para ello. La cuestión es que, mires por donde mires en la red, encuentras a gente afirmando que las herramientas como el normalizado o el compresor (del que hablaré en unos días, prometido) hay que manejarlas con sumo cuidado, so pena de una degradación inadmisible del audio.




Bien, pues aquí empiezan mis dudas. El problema esencial es que estoy como una tapia. Es decir, oir, oigo, pero no tengo ni mucho menos un oído educado para apreciar diferencias en un sonido. Sé cuándo me gusta lo que escucho, y puedo, con cierta seguridad, afirmar que una grabación "se oye bien" o "se oye mal". Y punto. O sea, en plan binario. Más allá de eso, no soy capaz de distinguir matices que un oído entrenado seguro que es capaz de captar.

De forma que, lamentándolo mucho, poco puedo deciros sobre los límites de uso de esta herramienta, qué es lo que ocurre cuando la usas en exceso y cómo percibir que estamos sobreprocesando el audio a base de normalizarlo.

De todas formas, alguna certeza tengo. Por un lado, creo que soy capaz de definir de forma más o menos accesible qué demonios es esto del normalizado:

Normalizar un audio consiste en subir el pico máximo a una medida de decibelios dada (cero o menos) y subir el resto del audio proporcionalmente.

¿Qué utilidades puede tener esta herramienta? Depende. Por ejemplo, imagínate que estás grabando una maqueta de música, y que has grabado por separado la parte de la guitarra. Imagina que no te convence demasiado la guitarra y vuelves a grabar. Bien, ahora querrás jugar un poco con las dos pistas de guitarra para comprobar cuál se oye mejor. En este escenario, sí es conveniente que normalices el audio de ambas pistas para que no haya diferencias demasiado grandes en el volumen. Lo mismo se puede aplicar a grabaciones multipistas cuyas fuentes de sonido hayan sido grabadas en condiciones muy diferentes. (típica situación donde en un podcast o programa de radio se incluye una grabación "externa" al propio programa). Ahí también conviene normalizar para que el oyente no se despiste o se incomode con bajadas o subidas demasiado pronunciadas en el volumen.
Del mismo modo, ocurre que, en el a edición profesional de audio, se dice que cierto instrumento debe tener un volumen de "-10 dB" (es solo un ejemplo). Esta referencia se hace a partir de un audio normalizado, naturalmente. Si fuese un audio sin normalizar esta referencia absoluta no tendría ningún sentido. 

A continuación, una serie de consejos, que más o menos ya describo en el vídeo, y que paso a dejar por escrito de manera más telegráfica:

  • No siempre es necesario o conveniente normalizar una pista de audio. Observa el formato de la onda y comprueba qué alturas tienes. A partir de ahí, del aspecto general de la onda, puedes decidir si necesitas aplicar el efecto. 
  • Recuerda que el uso más importante del normalizado es el de igualar el sonido de varias pistas; para una sola pista de audio puede haber herramientas más útiles.
  • Lo mismo ocurre si vuestro audio tiene picos demasiado pronunciados. Probablemente necesitarás otras herramientas para igualar más adecuadamente. 
  • Y no olvides que a veces un volumen más bajo que el resto puede ser necesario técnica o artísticamente. Un susurro se debe oír más bajo que un grito, sí o sí. 
  • Creo, y repito, creo que es mejor normalizar el audio al final de todo el proceso, tras hacer otras tareas como eliminar el ruido y ecualizar. Si vamos a darle un ajustado a los niveles no tiene mucho sentido ecualizar después, pues podemos terminar clipeando el audio. Pero insisto, no tengo del todo claro este punto y quizá alguno de vosotros pueda puntualizar, corregir o confirmar este punto. 
Y creo que esto es todo lo que puedo decir sobre el normalizado. Para resumir, os puedo añadir que esta es una más del arsenal de herramientas con el que debería contar un podcastero/screencastero con ciertas pretensiones, y que se debe añadir a un conjunto, constituido, entre otros, por los siguientes "chicos malos":

  • El ecualizador
  • El compresor
  • El reductor de ruido
  • El Hard limiter

Y alguna más que probablemente me estaré dejando en el tintero. De lo que podéis estar seguros es de que hablaré de todas ellas, porque, por si no os habíais dado cuenta, todos estos filtros constituyen una parte fundamental (o no, depende, según, quién sabe) del flujo de trabajo en edición de audio. Así que, como de costumbre, atentos al canal, por que a partir de ahora las iré desglosando y terminaré esta "sub-serie" del manual con una propuesta de flujo de trabajo en Audacity, especialmente orientada al mundillo del podcasting. Como de costumbre, espero que sea de utilidad, aunque ahora más que nunca requiero de vuestra ayuda para que todo esto no se convierta en una sarta de bobadas. Cruzo los dedos...



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