Para quien no haya entendido nada del titular, os pondré en antecedentes. Richard Stallman es uno de los gurúes del Software Libre, promotor de GNU como opositor libre a UNIX, de la Free Software Foundation y... y... ah si, programó cosas como GNU Emacs y el compilador GCC. Desde aquellos años en los que picaba código se ha dedicado a la divulgación y evangelización informática, colocándose en la vanguardia de los defensores del Software Libre desde un posicionamiento ideológico purista. Stallman es un símbolo del rechazo al software privativo y por extensión a su trasfondo político, económico y social.
El señor Stallman ha saltado de nuevo a la palestra recientemente tras la publicación de este artículo en el que se ensaña con las últimas políticas de Canonical tras el lanzamiento de Ubuntu 12.10 y su polémica lente de búsqueda para Amazon. Básicamente Stallman denuncia estas prácticas de Canonical y las califica como "spyware", es decir, software que espía nuestras búsquedas en el Dash de Unity de forma maliciosa.
He decido no incluir esta noticia en nuestro reciente resumen semanal, porque lo cierto es que me ha dado mucho que pensar y he decidido compartirlo con vosotros.
En realidad a este señor no le falta razón. Desde el principio me resultó llamativo que Ubuntu tomase esta decisión, con claras motivaciones económicas, sin ofrecer la oportunidad a los usuarios de eliminar la lente con facilidad. No es de recibo que cuando estoy buscando algo en mi ordenador, este acceda a un servidor que no conozco, refleje mi búsqueda y me ofrezca resultados que buscan un desembolso económico. Esto vulnera mi privacidad; además es incómodo, pues este proceso implica que mis búsquedas serán más lentas, al estar vinculadas al ancho de banda de mi conexión a internet (si estoy buscando una foto en mi disco duro, ¿para qué demonios necesito internet?). Evidentemente, no soy el único que piensa esto, y fue sonada la noticia de que esta lente de búsqueda podría violar una directiva europea sobre protección de datos.
Ante la avalancha de críticas y el temor a una desbandada generalizada de usuarios, Mark Shuttleworth tomó la decisión de incluir un aviso sobre el uso de esta y otras lentes que acceden a servidores externos para ofrecer resultados de búsqueda. Es el icono con una "i" que aparece en la esquina inferior derecha del Dash. También se incluye una opción para desabilitar todas las búsquedas que impliquen contenidos en línea, en el apartado de privacidad de la configuración del sistema. Por último, y para mi la solución más razonable, tenemos la posibilidad de eliminar la dichosa lens desde el Centro de Software o el terminal:
sudo apt-get remove unity-lens-shopping
Ahora bien... No creo que sea "saludable" tomar las declaraciones de Stallman como dogma válido e irrefutable. Precisamente porque no son más (ni menos) que eso, un dogma. No sé a vosotros, pero a mi los dogmas me provocan cierta urticaria, vengan de Moisés, Mahoma, Buda, Bill Gates, Hitler, Stalin, Steve Jobs o el mismo Stallman. Que no digo yo que alguno de estos haya dicho alguna verdad (todo es posible, incluso viniendo de un dogmático). Pero no me gusta que me digan "esta es la verdad, y si no opinas lo que yo, eres mi enemigo". Sencillamente mi reacción ante estas cosas es la repulsa, incluso aunque esté de acuerdo con quien me pretende convencer. Algo parecido me parece que me pasa con las declaraciones de Stallman. Tiene razón el hombre, pero creo que pretende convencerme, aprovechando la fortaleza de sus razonamientos, de la certeza de todas sus derivadas. Me explico.
A Stallman le da igual la dichosa Shopping Lens. Probablemente oyó hablar de ella minutos antes de escribir el artículo. O ya lo tenía escrito antes de que apareciese la lente, y había dejado huecos para completar su ataque con el primer objetivo que se le pasase por delante. Lo que critica Stallman es la esencia misma de Canonical: su existencia como empresa vinculada al software libre.
No voy a criticar la ideología de nadie, siempre que esta encaje con los derechos humanos y esas cosas. Tampoco pretendo (no se me ocurriría, no soy nadie) convencer a los lectores de este blog de que esta ideología es buena y la otra no. Pero hay que dejar las cosas claras: estar plenamente de acuerdo con Stallman implica una serie de cosas que van mucho más allá de una estúpida lente de búsqueda. Implica adherirse a una causa política y esencialmente revolucionaria. Causa que en algunos aspectos me atrae, con la que puedo sentirme relativamente a gusto, y que acepto en parte. Pero yo tengo muy claro que es una causa política. Stallman propugna un modelo de sociedad, es decir, para él el movimiento del Software Libre es parte de un movimiento social general, y el software libre mismo es una metáfora de lo que debería ser la sociedad. Y en la sociedad que promociona Stallman no hay lugar para una empresa que aplique leyes capitalistas al desarrollo del Software, aunque sea libre.
O sea, que el señor Stallman parece que nos descubre a todos el Mediterráneo: Canonical pretende ganar pasta con Ubuntu. Ya. Y probablemente esté ganándola. Es una empresa, y si no genera beneficios ya sabemos lo que pasa: ERE's, despidos, liquidación y cierre. Shuttleworth está forrado y quiere forrarse aún más, todo lo que pueda, como cualquier empresario. Es competitivo, voraz y ambicioso. ¿Es mal tipo? Pues no lo sé. Tengo muy claro que los valores de competitividad y ambición no van conmigo. No creo que sean especialmente positivos para el ser humano. Me gusta competir, pero cuando no hay consecuencias para mi o para los demás (dicho de otra manera, me gusta jugar). Pero me resulta difícil, desde un punto de vista moral, dar el paso siguiente, que es atribuirle maldad a quienes son competitivos, ambiciosos y egoístas. Quiero decir, Shuttelworth puede ser un aprovechado que se sube a la ola del Software Libre simplemente para sacar pasta, toda la que pueda, sin importarle ciertos elementos éticos de este movimiento. Mark, qué cabroncete. Pero también podría haberse dedicado al tráfico de armas, o la pederastia. No es tan malo. Canonical, queramos o no, ha elevado a Linux a otro nivel, para bien o para mal. Representa la puerta de entrada a este sistema operativo de un montón de "refugiados tecnológicos", que hemos huido del escenario cerrado (y este sí, despiadado y mentiroso) de Windows y Mac. Ese es un mérito indiscutible. Y lo bueno de Linux es que hay opciones. De hecho, la mayoría de usuarios "medios" del sistema del pingüino que conozco han ido derivando: Comenzaron con Ubuntu, se pasaron en un momento dado a Mint, o han virado a Kubuntu/Xubuntu, o directamente han cambiado de rumbo y se han ido a OpenSuse, Arch... Opciones hay a patadas, y su uso depende del esfuerzo que pongamos cada uno en darles una oportunidad y las ganas que tengamos de aprender cosas nuevas.
y si nos ponemos a hablar del tema concreto del artículo (la Shopping Lens)... si estáis de acuerdo con el fondo del asunto, tendréis que ser consecuentes, y rechazar cualquier elemento de nuestro entorno que extraiga información de nosotros sin nuestro consentimiento:
- Google (y derivados: google+, gmail, youtube, etc).
- Redes Sociales: Twitter, Facebook, etc.
- Páginas web con Adsense (como UnaDe25, por ejemplo; a los que a partir de aquí decidáis abandonarme, fue un placer, que vaya bien).
- Tiendas online.
Pero no termina ahí la cosa. Como decía más arriba, Stallman va más allá del Software. Así que sigamos quitando cosas de nuestra lista:
- Tarjetas de crédito.
- Seguros médicos y de accidentes.
- Créditos bancarios e hipotecas.
- Telefonía móvil.
- Familiares, amigos y conocidos (qué demonios, GENTE en general).
- Servicios de hosteleria y de atención al cliente.
- Comercio.
Todos los elementos citados, tecnológicos o no, tienen algo en común: recogen información sobre nosotros con una finalidad desconocida o al menos no controlable por nosotros. Pensadlo bien y os daréis cuenta de que es cierto lo que digo. Incluso las personas que más amamos lo hacen. Recogen información sobre nuestros gustos, nuestro estado de ánimo, nuestras opiniones, y hacen uso de esa información libremente y sin nuestro consentimiento, a veces para beneficio nuestro y otras en nuestra contra. Es un hecho.
Y ahora es cuando me pregunto si el señor Stallman ha renunciado a todos los elementos de esta lista. Porque si me falla en uno, lo lamento, pero...
Señor Stallman, es usted un hipócrita de tomo y lomo.
Así que le agradezco el aviso sobre la maldad inherente al uso de la Shopping Lens de Ubuntu, Don Richard. Pero al menos yo soy consciente de que Canonical es una empresa. Y no me voy a dejar robar datos por Amazon, ya me he hecho el "sudo apt-get remove". Pero lo siento mucho, voy a seguir dejando que me roben datos: voy a seguir buscando con Google, voy a seguir pagando con mi tarjeta de crédito, voy a dejar que mis amigos adivinen si estoy de buen o mal humor. No voy a renunciar a cosas que me gustan de un mundo que en general no me gusta. Si acaso, voy a colaborar para que mejore. Pero de todos mis enemigos, el que menos me preocupa es Canonical. Los usuarios de Ubuntu están suficientemente informados para tomar sus
propias decisiones. Y aquellos que no lo estén no van a ir al infierno
por dejar la Shopping Lens. Es incómoda, poco útil, pero no es spyware.
Es puñetera pero su fin no es malicioso. Es una forma de vendernos cosas, y tenemos la posibilidad de eliminarla. El movimiento del Software Libre es algo maravilloso, emocionante, pero es una mala idea disparar a todo lo que se mueva desde el púlpito y detrás de una barba descuidada. Canonical es un aliado necesario en el marco de una estrategia inteligente. Parece mentira, siempre habría apostado que los programadores serían grandes jugadores de ajedrez...
Fuente de la imagen de portada: Wikipedia