Pues a no ser que se os ocurra alguna cosa importante, esta serie ha terminado... La verdad es que esto del terminal daría para una telenovela infinita, en definitiva se trata de un sistema operativo en sí mismo y hay miles de secretos para conocer. Así que esta serie, más que terminar, se va a tomar un descanso mientras preparo nuevos capítulos para más adelante. Bueno, en realidad esta última frase está encriptada y en realidad donde digo "para más adelante" quiere decir "para cuando aprenda más cosas y sepa explicarlas adecuadamente".
Este que nos ocupa hoy es un batiburrillo de comandos que he englobado en el genérico de "supervisión del sistema", más que nada porque no se me ocurría otro nombre que darle. En realidad se trata de una lista de órdenes sencilla que sirven para diversas tareas, y si tienen algo en común es que sirven para tenerlo todo bajo control.
En principio los puntos que más pueden interesar tener en control son los siguientes:
Por supuesto, para la mayoría de estos comandos existen alternativas gráficas que se pueden utilizar en prácticamente todos los entornos de escritorio. No obstante, creo que, de nuevo, la intervención del terminal es recomendable, pues aligera mucho todas estas tareas a poco que nos aprendamos de memoria los comandos correspondientes a cada cosa. Órdenes como top, free o netstat deberían ser de obligado conocimiento.
En cuanto a las herramientas que no vienen por defecto en distros de la familia Ubuntu (desconozco si en otras estarán disponibles), recomiendo por su vistosidad htop, que muestra de una manera más clara la información sobre procesos, y que tiene funciones realmente potentes.
me gustaría terminal este artículo, que marca una pausa en la serie sobre la venerable línea de comandos, con una reflexión sobre el terminal. De la mano de mi contacto googleplusero Mathias Mckeenan he conocido este meme, cuyo contenido es bastante interesante:
Desde mi punto de vista este mensaje debe ser "de consumo interno" para los linuxeros más veteranos, me explico: estoy completamente de acuerdo en lo que dice sobre el terminal, pero yo no trataría de convencer a nadie de que Linux mola por la consola. Linux "debe" ser "vendido" (cuántas comillas) a los ventaneros tirando de los argumentos conocidos: seguridad, gratuidad... y en menor medida de otros argumentos no menos famosos: libertad, solidaridad, independencia, principios, etc. Separo todas estas razones en dos grupos porque las segundas, y todos deberíamos ser conscientes de ello, no son importantes para los usuarios ajenos al Software Libre. Son principios que se van adquiriendo con el tiempo, que te terminan convenciendo y enamorando o que, sencillamente, te dan lo mismo. Pero los primeros sí pueden ser convincentes.
Es tras un proceso de "conversión" casi religiosa, cuando te das cuenta de que, en efecto, el terminal es una pasada. Cuando te das cuenta de lo práctico que resulta, del tiempo que ahorras, y de los descubrimiento que vas haciendo con cada investigación que haces sobre una nueva funcionalidad en la red de redes. ¿Por qué recomiendo usar estos comandos en lugar de sus correlatos en modo gráfico? Por una sencilla razón, que se resume en una máxima: ten siempre un terminal abierto, siempre a mano. En seguida te darás cuenta del tiempo que estabas perdiendo buscando aplicaciones tontas.
Este que nos ocupa hoy es un batiburrillo de comandos que he englobado en el genérico de "supervisión del sistema", más que nada porque no se me ocurría otro nombre que darle. En realidad se trata de una lista de órdenes sencilla que sirven para diversas tareas, y si tienen algo en común es que sirven para tenerlo todo bajo control.
En principio los puntos que más pueden interesar tener en control son los siguientes:
- Procesos en funcionamiento y procesadores: comandos top, htop, killall
- Memoria RAM comando free
- Discos duros comando iostat
- Red y conexión a internet comando netstat
Por supuesto, para la mayoría de estos comandos existen alternativas gráficas que se pueden utilizar en prácticamente todos los entornos de escritorio. No obstante, creo que, de nuevo, la intervención del terminal es recomendable, pues aligera mucho todas estas tareas a poco que nos aprendamos de memoria los comandos correspondientes a cada cosa. Órdenes como top, free o netstat deberían ser de obligado conocimiento.
En cuanto a las herramientas que no vienen por defecto en distros de la familia Ubuntu (desconozco si en otras estarán disponibles), recomiendo por su vistosidad htop, que muestra de una manera más clara la información sobre procesos, y que tiene funciones realmente potentes.
me gustaría terminal este artículo, que marca una pausa en la serie sobre la venerable línea de comandos, con una reflexión sobre el terminal. De la mano de mi contacto googleplusero Mathias Mckeenan he conocido este meme, cuyo contenido es bastante interesante:
Desde mi punto de vista este mensaje debe ser "de consumo interno" para los linuxeros más veteranos, me explico: estoy completamente de acuerdo en lo que dice sobre el terminal, pero yo no trataría de convencer a nadie de que Linux mola por la consola. Linux "debe" ser "vendido" (cuántas comillas) a los ventaneros tirando de los argumentos conocidos: seguridad, gratuidad... y en menor medida de otros argumentos no menos famosos: libertad, solidaridad, independencia, principios, etc. Separo todas estas razones en dos grupos porque las segundas, y todos deberíamos ser conscientes de ello, no son importantes para los usuarios ajenos al Software Libre. Son principios que se van adquiriendo con el tiempo, que te terminan convenciendo y enamorando o que, sencillamente, te dan lo mismo. Pero los primeros sí pueden ser convincentes.
Es tras un proceso de "conversión" casi religiosa, cuando te das cuenta de que, en efecto, el terminal es una pasada. Cuando te das cuenta de lo práctico que resulta, del tiempo que ahorras, y de los descubrimiento que vas haciendo con cada investigación que haces sobre una nueva funcionalidad en la red de redes. ¿Por qué recomiendo usar estos comandos en lugar de sus correlatos en modo gráfico? Por una sencilla razón, que se resume en una máxima: ten siempre un terminal abierto, siempre a mano. En seguida te darás cuenta del tiempo que estabas perdiendo buscando aplicaciones tontas.