Abrimos la semana con un artículo que personalmente le debía a uno de los seguidores del blog, de nombre Javier Barriguete. Que esto sirve como precedente, y os ruego que toméis nota: nuestra intención es satisfacer cualquier demanda que nos hagáis, dentro de nuestras posibilidades, en el menor tiempo posible. Y una vez resuelta, si encontramos que puede resultar de interés para más gente, siempre planeamos elaborar el correspondiente artículo para ponerlo a disposición de todos. Si os encontráis en este caso, os ponéis en contacto con nosotros, resolvemos más o menos la consulta, y quedamos en que vamos a hacer un tuto... si ha pasado más de una semana, es que lo que falla es la neurona de alguno de los componentes del equipo. Este ha sido el caso, y le tengo que pedir disculpas a Javier por la tardanza. Aunque hemos tenido una fluida comunicación a través del correo electrónico, la grabación de este vídeo-artículo se ha demorado más de la cuenta, por un puro olvido. Lamentable.
Para más Inri, el tema es curioso y muy interesante: se trata de un defecto de algunos objetivos que, aunque es raro y no suele ocurrir, ayuda mucho a comprender el funcionamiento de los objetivos de nuestras cámaras. Se trata del "onion bokeh"
Sin llegar al extremo de gastarnos miles de euros en un objetivo sólo por el hecho de contar con un bokeh precioso, es bueno conocer las técnicas que entran en juego para conseguir el efecto de desenfoque, aunque el resultado no nos lleve a la gloria fotográfica. El bokeh siempre queda chulo, aunque no quede de concurso. Sobre las técnicas para conseguir bokeh no me voy a extender, porque ya hay magníficos tutoriales y artículos por la red; no obstante, de lo que no he encontrado demasiada información es sobre el onion bokeh. Vamos a ello.
En este caso, se advierte con claridad cómo el bokeh cebolla afecta a las burbujas de luz de color naranja más apagado.
Como indico en el vídeo, este fenómeno no está bien explicado técnicamente, más que nada porque el bokeh en general no tiene mucha explicación desde un punto de vista óptico. En el interior de un objetivo moderno, que está lleno de lentes y prismas, suceden demasiadas cosas como para poder predecir cuándo va a aparecer este fenómeno. Lo que está más o menos claro es que los objetivos luminosos "de clase media-baja" son más propensos a el, así como los objetivos zoom, que por su construcción a base de múltiples lentes tienen tendencia a hacer cosas raras. Incluso en estos casos, parece que la textura de los objetos sometidos al bokeh también influye de alguna manera en la aparición del efecto cebolla. O sea, que es una cuestión prácticamente aleatoria.
Aunque no hay demasiados sitios web donde se desarrolle este tema, he encontrado algunos foros de debate en el que los propios fotógrafos exponen sus opiniones y aportan más ejemplos visuales: podéis probar aquí o aquí. Eso sí, ambos están en inglés. De hecho creo que esta es una de las pocas veces que se habla de este tema en español... aquí hay un foro donde hablan del asunto.
En el ejemplo del vídeo intento atacar al bokeh utilizando varios plugins, aunque después de alguna prueba más creo que la mejor combinación es la del filtro de paso bajo con la selección de zonas de color subiendo su luminosidad. Incluso hay ciertos resultados utilizando la selección condicional con el plugin de enfoque (anulando el enfoque en las zonas de bokeh defectuoso, naturalmente).
No voy a criticar la herramienta de selección condicional; pienso que es un invento estupendo y que en determinados casos puede servir de mucho. De todas formas, creo que cualquiera de vosotros que tenga experiencia en revelado estará de acuerdo conmigo. En la práctica, los casos en los que necesitamos herramientas de selección basadas en criterios objetivos son raros. Lo que necesita un revelado "puro" es la capacidad de seleccionar zonas basadas en el criterio subjetivo del fotógrafo. Y de la forma más libre posible, permitiendo irregularidades. Sólo así se consiguen resultados estéticamente válidos de una manera eficiente.
En este sentido, y con las salvedades expuestas, quizá el ejemplo que doy es uno de esos casos singulares en los que la selección condicional tiene utilidad. Pero no es un caso muy común, estaréis de acuerdo conmigo.
En cuanto al bokeh cebolla, hace falta una llamada a la calma... que os veo repasando todas vuestras fotografías para identificar este defectillo. No es algo grave, el bokeh de vuestras fotos sigue siendo bonito. Probablemente nadie que no conozca este fenómeno se dará cuenta nunca de que las "burbujas de luz" tienen una textura extraña. Es decir, es posible que nunca ganéis un premio de fotografía con ese bokeh, pero, por otro lado, qué más da. El bokeh es bonito, y punto. Hay bokehs de un millón de euros igual que coches de un millón de euros, así que es mejor no obsesionarse. Les estaríamos poniendo las cosas demasiado fáciles al los fabricantes, que bastante fáciles las han visto históricamente con historias como las de los megapíxeles y otras aún peores. Así que calma, si vuestro bokeh tiene algún artefacto, no se lo digáis a nadie. Muy pocos se van a enterar.
Concluyo el artículo de hoy agradeciendo a Javier la confianza depositada en servidor a la hora de intentar solucionar juntos este problema. Y además reitero mi invitación a todos los que seguís este blog a poneros en contacto conmigo si tenéis alguna duda o idea relacionada con Dt. Probablemente yo no tenga ni idea, pero juntos quizá saquemos conclusiones interesantes.
Actualización: Nuestro amigo Javier Barriguete ha tenido la amabilidad de compartir con todos un par de enlaces muy interesantes que profundizan en el fenómeno del bokeh cebolla. Desgraciadamente, parece que esto no le ha gustado a algún bot de youtube y uno de los comentarios se ha eliminado automáticamente. Este artículo ya veis que ha sido muy accidentado... Por suerte dispongo de copia del comentario en mi correo electrónico, así que a continuación os dejo los enlaces:
Debate en flickr sobre el bokeh cebolla y el objetivo Tamron 24-70mm
Comparativa entre el anterior objetivo y el Canon 24-70mm:
Para más Inri, el tema es curioso y muy interesante: se trata de un defecto de algunos objetivos que, aunque es raro y no suele ocurrir, ayuda mucho a comprender el funcionamiento de los objetivos de nuestras cámaras. Se trata del "onion bokeh"
¿Qué es el bokeh?
Definir este concepto es simple y complicado al mismo tiempo. Simple porque, técnicamente, el bokeh es sencillamente el desenfoque que producen los objetivos. Es decir, el efecto óptico de las lentes cuando enfocan un área determinada y dejan el resto fuera de foco. De hecho, el nombre proviene de una palabra japonesa que significa eso: desenfoque. Pero al mismo tiempo este concepto es extremadamente complejo porque en realidad se trata de una cualidad subjetiva de los objetivos, y perdón por el juego de palabras. Aunque todos los objetivos tienen desenfoque, especialmente en determinadas circunstancias, la cualidad del "bokeh" depende de factores que no son técnicos, o que al menos no se pueden evaluar técnicamente, sino desde un punto de vista puramente estético. Así, hay objetivos que tienen un bokeh muy bueno, y otros objetivos tienen un bokeh malo, regular, demasiado basto, demasiado difuminado... vamos, que nos metemos en un terreno cenagoso, donde un valor subjetivo convierte a algunas lentes en verdaderas joyas, encareciendo el producto una barbaridad.Sin llegar al extremo de gastarnos miles de euros en un objetivo sólo por el hecho de contar con un bokeh precioso, es bueno conocer las técnicas que entran en juego para conseguir el efecto de desenfoque, aunque el resultado no nos lleve a la gloria fotográfica. El bokeh siempre queda chulo, aunque no quede de concurso. Sobre las técnicas para conseguir bokeh no me voy a extender, porque ya hay magníficos tutoriales y artículos por la red; no obstante, de lo que no he encontrado demasiada información es sobre el onion bokeh. Vamos a ello.
¿Qué es el onion bokeh?
El onion bokeh o "bokeh cebolla" es un tipo específico de bokeh que se vuelve evidente cuando el objeto desenfocado es un punto de luz. En estos casos, las "burbujas de luz" en que se convierten los puntos de luz debido al desenfoque contraen una extraña textura en "capas", lo cual explica el curioso nombre de este efecto. Generalmente el resultado es un tanto peculiar, y es por ello que el onion bokeh se entiende como un defecto de la cámara. Como una imagen vale más que mil palabras, a continuación un ejemplo, cedido por Javier Barriguete:Clic para ampliar |
En este caso, se advierte con claridad cómo el bokeh cebolla afecta a las burbujas de luz de color naranja más apagado.
Como indico en el vídeo, este fenómeno no está bien explicado técnicamente, más que nada porque el bokeh en general no tiene mucha explicación desde un punto de vista óptico. En el interior de un objetivo moderno, que está lleno de lentes y prismas, suceden demasiadas cosas como para poder predecir cuándo va a aparecer este fenómeno. Lo que está más o menos claro es que los objetivos luminosos "de clase media-baja" son más propensos a el, así como los objetivos zoom, que por su construcción a base de múltiples lentes tienen tendencia a hacer cosas raras. Incluso en estos casos, parece que la textura de los objetos sometidos al bokeh también influye de alguna manera en la aparición del efecto cebolla. O sea, que es una cuestión prácticamente aleatoria.
Aunque no hay demasiados sitios web donde se desarrolle este tema, he encontrado algunos foros de debate en el que los propios fotógrafos exponen sus opiniones y aportan más ejemplos visuales: podéis probar aquí o aquí. Eso sí, ambos están en inglés. De hecho creo que esta es una de las pocas veces que se habla de este tema en español... aquí hay un foro donde hablan del asunto.
¿Darktable al rescate?
No del todo. En algunas fotografías, como la más arriba expuesta, las condiciones de color y luminosidad permiten ciertos arreglos, utilizando con un poco de imaginación algunos plugins y los modos de fusión condicional. Quizá una de las enseñanzas que sacamos del vídeo de hoy es la capacidad del fundido condicional de construir máscaras a partir de varios canales de selección: se pueden combinar selecciones basadas en el tono y la saturación, en alguno de estos dos y añadiendo el de luminosidad, etc. También debemos aprovechar al máximo la capacidad de afinar la selección utilizando los canales de entrada y salida de la imagen. Más allá de esto, los esfuerzos pueden resultar inútiles si el color o la luminosidad de las "burbujas de luz" coinciden con otras áreas de la fotografía. Si hay coincidencias de este tipo, podemos ir despidiéndonos de hacer selecciones limpias. En este sentido, insisto en recomendar Gimp como una alternativa más que suficiente, pues su capacidad de hacer selecciones arbitrarias es, de momento, insuperable.En el ejemplo del vídeo intento atacar al bokeh utilizando varios plugins, aunque después de alguna prueba más creo que la mejor combinación es la del filtro de paso bajo con la selección de zonas de color subiendo su luminosidad. Incluso hay ciertos resultados utilizando la selección condicional con el plugin de enfoque (anulando el enfoque en las zonas de bokeh defectuoso, naturalmente).
Selección condicional de las "bolitas" en el canal de tono y saturación. Un poco de difuminado y la selección es exacta |
No voy a criticar la herramienta de selección condicional; pienso que es un invento estupendo y que en determinados casos puede servir de mucho. De todas formas, creo que cualquiera de vosotros que tenga experiencia en revelado estará de acuerdo conmigo. En la práctica, los casos en los que necesitamos herramientas de selección basadas en criterios objetivos son raros. Lo que necesita un revelado "puro" es la capacidad de seleccionar zonas basadas en el criterio subjetivo del fotógrafo. Y de la forma más libre posible, permitiendo irregularidades. Sólo así se consiguen resultados estéticamente válidos de una manera eficiente.
En este sentido, y con las salvedades expuestas, quizá el ejemplo que doy es uno de esos casos singulares en los que la selección condicional tiene utilidad. Pero no es un caso muy común, estaréis de acuerdo conmigo.
En cuanto al bokeh cebolla, hace falta una llamada a la calma... que os veo repasando todas vuestras fotografías para identificar este defectillo. No es algo grave, el bokeh de vuestras fotos sigue siendo bonito. Probablemente nadie que no conozca este fenómeno se dará cuenta nunca de que las "burbujas de luz" tienen una textura extraña. Es decir, es posible que nunca ganéis un premio de fotografía con ese bokeh, pero, por otro lado, qué más da. El bokeh es bonito, y punto. Hay bokehs de un millón de euros igual que coches de un millón de euros, así que es mejor no obsesionarse. Les estaríamos poniendo las cosas demasiado fáciles al los fabricantes, que bastante fáciles las han visto históricamente con historias como las de los megapíxeles y otras aún peores. Así que calma, si vuestro bokeh tiene algún artefacto, no se lo digáis a nadie. Muy pocos se van a enterar.
Concluyo el artículo de hoy agradeciendo a Javier la confianza depositada en servidor a la hora de intentar solucionar juntos este problema. Y además reitero mi invitación a todos los que seguís este blog a poneros en contacto conmigo si tenéis alguna duda o idea relacionada con Dt. Probablemente yo no tenga ni idea, pero juntos quizá saquemos conclusiones interesantes.
Clic para ampliar |
Debate en flickr sobre el bokeh cebolla y el objetivo Tamron 24-70mm
Comparativa entre el anterior objetivo y el Canon 24-70mm:
Creo que el enlace de Youtube que me dejaba Javier era este, pues el enlace no funcionaba correctamente. Si hay alguno más no dudéis en aportarlo, aunque preferiblemente os recomiendo que lo hagáis a través de los comentarios de este blog y no del canal de Youtube, que por lo visto piensa que no soy mayorcito como para saber lo que es spam y lo que no lo es. Y me callo que me pongo de mal humor.