Es difícil hablar de Nintendo.
Sentimientos enfrentados se presentan en mi sien siempre que quiero hablar de esta compañía nipona. Por un lado, ha de considerarse como si de un anciano venerable se tratase. Se le deben muchas cosas (incluso aquellos que nos hemos criado con su competencia directa Sega), te ha contado interesantes batallitas y es quien ha "educado" a tus plataformas actuales, por tanto, se le debe un respeto casi religioso. Con todo, y a través de un proceso en el que todos los humanos estamos inmersos y se llama vejez, este anciano venerable ya no tiene las mismas capacidades ni la misma fuerza titánica de su juventud. Por el otro, y así en petit comité, creo que está empezando a chochear.
En ciertos momentos de lucidez nos embelesa a todos a través de grandes juegos y bellas ensoñaciones, grandes historias y profundas reflexiones. Pero, como quien ha sido "infectado" con el mal de la desmemoria tiende a repetir la misma aventura, eso si, condimentada con alguna nueva invención que no hace más que estropear la historia original. Mas se le perdona, se le quiere. Es como el entrañable abuelito de Heidi. Un barbudo gigantón al que se le perdona todo. Bueno, casi todo...
"Cuando yo era joven... Tenía un amigo al que llamábamos Dumbo..." Fuente: Lafortalezadelechuck.com |
Aunque sea un "tito" cariñoso y simpático, Nintendo está aquejado de un mal frecuente en muchos de sus compañeros del hogar del jubilado. Es, como decirlo, un poquito... esto... como decirlo sin ofender a sus "nietos"... un poco "mirador" por los dineros. Vamos, que es un poco agarrado, un tacaño de libro.
Esto no sería del todo malo si no fuese porque sólo es tacaño para si mismo, o lo que es lo mismo, mira por su dinero, pero quiere que el resto le pague los caprichos en forma de caldo de pollo y chocolates con churros. Por ello, y siendo el más listo de su generación, se aprovecha de ese cariño que sabe que transmite para vendernos una y otra vez la misma máquina: "dejadlo, pobre, que es un ancianito". Y todo el mundo sabe que los ancianos pueden hacer lo que quieran, son intocables.
¿A qué me estoy refiriendo con esta suerte de metáfora geriátrica? Pues es muy sencillo. Una compañía que vende una, dos y tres veces la misma consola (y lo hace recurrentemente con todas sus máquinas), o tiene la misma cara dura que suelen tener algunos ancianos (perdonable al fin y al cabo por la senectud) o simplemente es una "jeta" sin ningún tipo de justificación.
Y todavía falta la XL.Fuente: En.wikipedia.org |
Ahora bien, la última de Nintendo ya es para nota. Aquí si que se han lucido. ¡El morro más duro que el hombre de hojalata!. Les presento la MINI-WII (el mini no sé de donde sale):
Sobran los comentarios. Fuente: Nintendolife.com |