sábado, 16 de febrero de 2013

Cinelerra #9: Máscaras


Este es un capítulo más de la serie de sorpresas que esconde el denostado Cinelerra. Crear un sistema de máscadas fácil de utilizar y que no sobrecargue el rendimiento de un programa no es tarea sencilla, y Cinelerra lo consigue incluso con profundidades de color de 16 bits. Y no sólo en una imagen, sino en los consabidos frames por segundo de que consten nuestros fragmentos de vídeo. Este es un mérito que no puede pasar desapercibido, y del que prácticamente los editores de vídeo tienen que aprender. Incluso algunos editores de fotografía que aún no lo incluyen (Darktable, Photivo, etc.) o lo incluyen de forma limitada (Krita, pero se lleva demasiados recursos o Gimp, pero no trabaja, de momento, a 16 bits). Sé que no dejo de hacerle la pelota a este programa  y puede que en ocasiones resulte excesivamente lisonjero, pero creo que se lo merece, habida cuenta de las críticas que recibe cada vez que salen a la luz comparaciones o repasos de aplicaciones de este ámbito en Linux.
Pero no echemos las campanas al vuelo, no todo funciona igual de bien con esto de las máscaras. Vamos a repasar su funcionamiento y posibilidades a continuación.
El plugin de máscaras se encuentra situado como un discreto botón en la ventana del compositor. La situación es la correcta porque se trata de un plugin completamente interactivo que permite trazar las máscaras directamente sobre la ventana de previsualización del compositor. Os recuerdo que siempre que trabajamos con herramientas del compositor, tendremos que apretar el botón del símbolo de interrogación que se encuentra en el panel de botones de la parte izquierda de la ventana.

Máscaras con difuminado en Cinelerra

La interfaz de la creación de máscaras es bastante cutre, como el resto del programa: simplemente son una serie de nodos que podemos crear y desplazar directamente sobre la pantalla, o borrar con el correspondiente botón de la ventana de opciones del plugin. Hay dos pequeños detalles que no menciono en el vídeo y que pueden ser importantes: El primero de ellos es un pequeño bug en el funcionamiento del plugin, que hace que el primer nodo suela situarse por su cuenta y riesgo en una esquina de la pantalla. El bug, aparte de ser desagradable, no afecta en absoluto al funcionamiento del plugin, pues basta con hacer clic una segunda vez sobre la pantalla para situar el nodo inicial en el sitio que deseemos.

La flecha apunta al nodo rebelde

El segundo punto es que los nodos "normales" son simples puntos blancos, mientras que el nodo inicial se representa por medio de un emoticono bastante feo. Cada vez estoy más convencido que la fealdad de la interfaz de Cinelerra no se debe a desconocimiento por parte de sus autores, sino que se trata de una especie de broma dedicada a los que son demasiado meticulosos con estos asuntos estéticos.

WTF!

Por lo demás, el plugin de máscaras sigue la filosofía de funcionamiento del resto de elementos de Cinelerra. Además de la integración interactiva con la ventana del compositor, todas las opciones de manejo se encuentran en la ventana nativa del plugin, con la que podremos controlar el área que enmascara (interior o exterior al polígono que construyamos) el número de máscaras, el difuminado, la posición o el borrado de nodos.

Opciones de configuración de las máscaras

Además está perfectamente integrado con el sistema de keyframes, por lo que será posible hacer ajustes sobre la marcha en una determinada máscara, con el fin de ajustarla a los movimientos propios del vídeo, o con objetivos más artísticos (apariciones de objetos, fundidos, etc.).

En la línea verde, los diferentes puntos de una máscara editada mediante técnicas de key frame

Y para completar, se trata de una herramienta de funcionamiento abierto, por lo que su potencialidad se ve limitada sólo por nuestra imaginación. En el vídeo doy como ejemplo una combinación de una pista duplicada para realizar una especie de revelado por zonas muy básico, aunque teniendo en cuenta que disponemos de la posibilidad de crear múltiples máscaras y combinarlas con diferentes efectos, las combinaciones son astronómicas. Todavía no he hecho pruebas de edición de fotografía (me refiero, efectivamente, a revelado RAW puro y duro), pero espero empezar a experimentar pronto. Probablemente de buenos resultados, aunque la relativa carencia de efectos podría limitar un poco los resultados.
En resumen, una función muy bien pensada, bastante bien implementada, y con resultados muy notables. Lo único malo de la edición de vídeo es que conseguir un input de calidad no es tan sencillo como en el ámbito de la fotografía, pero las actuales reflex con función de grabación de vídeo prometen cambiar estas cosas. Y esto puede contribuir a la democratización del cine, así que Cinelerra tiene más sentido que nunca.