jueves, 17 de enero de 2013

Vídeo-Distro #2: SnowLinux


Volvemos con un análisis de distribuciones Linux y en este caso lo dedicamos a una que está dando bastante que hablar en los últimos tiempos: SnowLinux
Se trata de una distro creada por un equipo de cuatro personas, liderado por un tal Lars, así a secas. Este sistema tiene como fundamentos la facilidad de uso, ligereza y versatilidad. Vamos a ver si lo consigue... Antes de comenzar con el repaso, os adelanto que he probado la última versión, que a lo que parece todavía se encuentra en proceso de desarrollo, aunque lo que tiene es perfectamente utilizable. 

Instalación

El método de instalación es bastante simple, pero echo en falta algunas cosas para que se pueda adaptar a las necesidades de todo el mundo. Algo positivo, y que se está convirtiendo en norma (algo que es de agradecer) es que nos permite probar el funcionamiento de la distro sin necesidad de instalarla, mediante el arranque "live" si instalamos el sistema en un lápiz USB mediante Unetbootin. En principio el instalador no asusta, pues nos ofrece un sistema visual basado en el conocido desfilar de diferentes ventanas en las que introducir datos básicos, como el idioma de la instalación, teclado, huso horario, etc. Sin embargo, no nos proporciona una selección intuitiva de opciones de particionado al estilo de otras distribuciones, y tenemos que buscarnos la vida eligiendo manualmente dónde y cómo queremos instalar las particiones de sistema, Home, Swap... En principio esto no es grave, aunque desde mi punto de vista puede echar para atrás a mucho usuarios noveles. Esto además choca con la idea de que SnowLinux pueda ser una verdadera distro "para todo el mundo" y volveremos a encontrarnos con esta contradicción más adelante.

¿sda? ¿/dev? ¿ext4? ¿Lo qué?
Por lo demás, tras la instalación todo ha funcionado sin ningún problema, se ha detectado el hardware y no ha hecho falta ninguna chapuza para que todo esté en orden. Bien por Snow. 

Escritorio

Probablemente uno de los puntos fuertes de SnowLinux, una vez solventado el mal trago (para algunos) de la instalación, sean las sensaciones una vez arrancado el sistema. En el vídeo me manejo en el entorno MATE, aunque parece que está planeado incluir Cinnamon, E17 y XFCE. Si al final llega a buen puerto la cosa, sin duda será una gozada ir probando un entorno y otro, para poder elegir el que realmente se adapta a nuestro gusto y a los requisitos de nuestro ordenador. Por cierto, que para que efectivamente la distro llegue a algo, los desarrolladores nos piden un poco de ayuda económica; Por lo visto se conforman con sacar unos 500$ al mes, o sea que o viven en un albergue o tienen otros medios para financiar sus existencias.
A lo que íbamos, el escritorio: utilizar MATE es volver directamente a los tiempos de Gnome 2, para lo bueno y para lo malo. En el lado positivo está el inmejorable rendimiento de todo lo que ocurre en pantalla. Todo se siente ligero y veloz. En el lado menos bueno, aunque esto es cuestión de gustos, no podemos esperarnos cosas espectaculares; Basarse en Gnome 2 es lo que tiene, el paradigma de escritorio es el clásico y podemos olvidarnos de transparencias, tres dimensiones,  y ese tipo de cosas. Por supuesto, todo es configurable, pero de salida es lo que hay.

El escritorio de SnowLinux, con su fondo por defecto. ¿Frío? no...

Otra de las cosas que me ha gustado mucho es lo bien dotado de programas que está SnowLinux. Nada más instalar contamos con prácticamente todo lo necesario para empezar a hacer nuestras tonterías habituales con el ordenador, y además contamos con el repositorio de Debian por si queremos bajarnos más cosas. Tan sólo le echo en falta que no esté Gimp, que por alguna razón que desconozco está desapareciendo de los programas "titulares" de las últimas distros. Por una cuestión  de peso no creo que sea, pues SnowLinux tiene una ISO de más de 900 megas, así que no es instalable en un CD normal... y ya que os habéis pasado, por 100 y algo más no creo que pase nada. Allá ellos. Otra cosa que me llama la atención es que cuenten con los repositorios de la ultimísima versión de Debian, "Wheezy", considerada inestable. Supongo que esto no afecta a los repositorios, pero me choca que no hayan optado por algo más conservador.
Siguiendo con el escritorio, es muy interesante la opción que han elegido los desarrolladores para la gestión de las ventanas: Openbox. Se trata de un gestor ultraligero diseñado para ahorrar memoria RAM al máximo. No obstante, en este punto debo indicar que he tenido algunos problemas de configuración con este gestor, al seleccionar en la pantalla de Login el escritorio Openbox: una vez arrancado el escritorio aparecía un mensaje de error y me obligaba a resetear. Este error no aparecía si en la misma pantalla de login seleccionaba el escritorio MATE. Probablemente se deba a una cuestión de desarrollos no concluidos, aunque lo señalo por si las moscas.

Donde pone Default Xsession, he tenido que elegir MATE

Otros programas

Además de contar con un montón de aplicaciones, SnowLinux dispone de los programas que forman el ecosistema MATE: el navegador de archivos CAJA, el editor de textos PLUMA y el visor de imágenes Eye of MATE. He estado buscando por ahí las razones para esta nomenclatura hispana, pero no he encontrado nada, así que si alguien ha encontrado la explicación, ha espiado a sus desarrolladores o se ha acostado con ellos y dispone de información privilegiada, que lo comente que estoy intrigado. En cualquier caso, en su página web aparecen un montón de banderitas pero ninguna de países hispanohablantes. ¡Ah! Y también cuentan con un terminal propio, el Terminal MATE. Que hace lo mismo que cualquier terminal... nunca he entendido del todo esto de hacer programas propios para cada distribución, sobre todo si no aportan ninguna novedad sustancial...

CAJA, que sirve para guardar cosas. Lógica rotunda como una pedrada en la frente


Lo que más me ha gustado

Ante todo, la velocidad. Carga tan rápido que uno siempre tiene la sensación de que algo ha tenido que ir mal para que aparezca tan pronto el login. Trabajar con SnowLinux da gusto y apostaría a que corre perfectamente instalado en un ordenador de los años 50, en una tostadora o en un reloj de cuco de madera de pino. Es altamente recomendable, en este sentido, para aquellos equipos que ya no puedan con monstruos devoradores de RAM como aquellos en los que estáis pensando todos, malandrines. Y si el desarrollo sigue como planean, va a ser una distro muy interesante para trastear con diferentes modelos de escritorio ligero. Creo que esto es lo que justifica la fama de SnowLinux entre la comunidad más entendida en estos temas.

Lo que menos me ha gustado

Entre los aspectos negativos, tengo que incidir en el asunto de las "contradicciones". Creo que SnowLinux no puede ser colocada en el segmento de las distros "generalistas", debido a un par de cuestiones tontas. Por un lado, el ya mencionado sistema de instalación, que no deja de ser un detalle salvable con un par de tutoriales que te busques por internet. Por otro, y esto ya es más peliagudo, tenemos el sistema de instalación de aplicaciones. En el vídeo lo dejo claro (creo): Synaptic es un sistema increíblemente versátil y potente, pero de ninguna manera está pensado para novatos. No tiene, si hablamos de usabilidad, ni punto de comparación con cosas como el Centro de Software de Ubuntu, que por muy criticado que sea es un método muy sencillo de búsqueda e instalación de aplicaciones. Al final esto es discutible como casi cualquier cosa, pero estoy seguro de que alguien recién aterrizado terminará pensando en volver a despegar cuando se enfrente por primera vez a Synaptic.


¡Madre del amor hermoso!

De hecho, con Synaptic delante, creo que es más sencillo usar el terminal y métodos como aptitude. De todas formas, en versiones anteriores de SnowLinux disponíamos de la posibilidad de descargar la distribución basada en Ubuntu en lugar de Debian, y si siguen la misma línea probablemente contemos con el Centro de Software. Sinceramente, espero que así sea.


En resumen

Para terminar, y en la línea que ha inaugurado ayer el compañero Hijos de Odín, he decidido introducir una puntuación gráfica para calificar lo que me ha parecido la distribución. sin embargo, creo que la de Hijos es más clara que la mía, pues sus componentes (gráficos, audio, jugabilidad, etc) son más autoexplicativos que los míos. Así que por ser esta la primera vez, conviene explicarlos un poco:
  • Facilidad de uso: me refiero a la combinación del uso del escritorio (cuanto más intuitivo mejor) y a la facilidad para llevar a cabo tareas técnicas o de mantenimiento. Habida cuenta de lo expuesto anteriormente, SnowLinux se queda en la media pues sobresale en lo primero pero renquea en lo segundo. 
  • Estética: Este es fácil, aunque al mismo tiempo es el más subjetivo. A SnowLinux, aunque sea más simple que una zapatilla, le doy un 3,5 (el Tux chiquitín vale medio), más que nada por lo minimalista que es, aunque lo cierto es que no es precisamente lo más bonito del mundo. 
  • Programas: Otro fácil; aquí se combina la disponibilidad de programas para descarga a través del repositorio central del que depende (en este caso Debian, así que van sobrados) y las aplicaciones que vienen instaladas por defecto (también está bien surtido).
  • Rendimiento: En rendimiento combino la cuestión puramente técnica además de algo que dudé en incluir en el apartado de facilidad de uso: la velocidad con la que llevamos a cabo tareas de gestión de escritorio, como mover ventanas, minimizar, cambiar de escritorio, etc. Sé que esto es algo polémico, pero creo que encaja mejor aquí porque es una de las cosas que influyen en el rendimiento real de trabajo. En los dos casos, SnowLinux se comporta de forma extraordinaria y es su mejor valor.


Y esto es todo. En relación con el cuadro del final, estoy abierto a sugerencias por vuestra parte, como siempre. Si consideráis que falta algo, lo puedo añadir sin ningún problema. La cosa es que sirva para tener una información útil y que se pueda comprobar de un vistazo.