miércoles, 20 de marzo de 2013

¡La cara es el reflejo del alma!


¡La cara es el reflejo del alma!
Yo no sé si esto es verdad o no. No soy psicólogo ni lo pretendo (ya tengo bastante con lo mio), pero por lo visto, y no me preguntéis de donde he sacado tal información porque me niego rotundamente, el aprender a detectar como las expresiones faciales y corporales del resto de la gente puede ayudarte a un mayor control emocional propio. ¡Toma ya!
Yo, presto como siempre, me voy a poner manos a la obra he intentaré con los medios de los que dispongo, y con el poco intelecto con el que los dioses me han dotado, a buscar experimentos que no sólo sirvan para determinar si la afirmación es correcta sino que me ayuden, de serlo, a controlar también dichas emociones (cosa que por lo visto me hace falta).
Como no tengo monos, los experimentos forzosos con humanos no están bien vistos y no cuento con ningún voluntario para tal fin, me toca experimentar como un verdadero hombre del Renacimiento. Un verdadero naturalista, todo un B. Franklin de la psicología pero sin la calva de Chiquito.
Por eso, y para no destapar el secreto, puesto que la sapiencia del mismo determina en parte los resultados. El Lunes os "sorprendí" con un extrañísimo y críptico texto que hacia alusión a darle la vuelta al mundo del Gameplay y que culminaba con un vídeo en el que os pedía que adivinaseis a que juego estaba jugando.
La tesis que pretende refutar o confirmar este test nace del siguiente axioma: Los vídeojuegos transmiten emociones/sentimientos.
Seguimos con la exposición del argumento; si los vídeojuegos transmiten emociones y sentimientos, éstos, por mor de la información cuya fuente secreta nos ha revelado, deberán de tener su reflejo en determinados aspectos faciales tales como la expresión o sus movimientos. Ergo, si asumimos que los vídeojuegos son algo heterogéneo, diferentes estilos de vídeojuegos implicaran diferentes "caretos". ¿O no?
La Universidad de Wisconsin estáen negociaciones conmigo para que diseñe sus experimentos. Fuente: Seamp.net
Pues bien, el experimento es simple. Si me grabo la cara mientras juego a X juego, a través de la capacidad que se presupone en la gente de traducir las expresiones faciales, utilizando la empatía, en sentimientos, pues se debería poder adivinar que juego o estilo de juegos estoy jugando. EUREKA. 
Todavía es pronto para sacar conclusiones de dicho experimento, puesto que se necesitan más pruebas. Pero como comento en el vídeo, por ahora, las cosas pintan muy bien.