El otro día recibía un correo electrónico por parte del archiconocido servicio de almacenamiento en la nube, Dropbox. Iba a borrarlo sin mirarlo adjudicándole el mismo valor que las docenas de correos que me llegan vendiéndome cosas o simplemente recordándome que el sistema en el que llevo dado de alta años es genial. Sin embargo, el asunto del correo llamó mi atención de inmediato:
Hemos estado estudiando español de Latinoamérica
Definitivamente, aquello tenía que ser interesante. Para que no se me acuse de manipular los datos, a continuación os dejo una captura de pantalla de lo que he recibido:
Bien, os advierto que a partir de ahora voy a activar el modo filólogo tocapelotas, por si acaso queréis dedicaros a hacer cosas más interesantes que leer lo siguiente:
<modo filólogo>
Analicemos detenidamente el contenido del correo. Sin duda alguna, el mensaje está dirigido a mi, dado que me saludan por mi nombre. Supongo que han imaginado que, como filólogo, me interesa cualquier decisión que la gente de Dropbox tome en torno al respeto por mi amado idioma castellano, aunque se trate de algo que en puridad, y según ellos mismos afirman, atañe en exclusiva al español hablado allende los mares. Otra posibilidad es que hayan pensado que como hablo español, soy latinoamericano. No les voy a culpar por su desconocimiento geográfico, yo tampoco sabría ubicar Chicago en un mapa. Pero hay que reconocer que, siendo asturiano, la cosa no es que debiera llamarme mucho la atención, así a priori. De modo que debo celebrar su perspicacia o su estupidez.
Continuemos con el cuerpo del correo; Parece que en Dropbox se están tomando en serio la idea de multiculturalidad, el respeto por las diferentes culturas y etnias que pueblan la red. Bien por ellos. Y parece que han estado trabajando muy duro, durante meses nada menos. Imagino que la lista de adaptaciones a las diferentes modalidades de español de américa (que son muchas y enormemente diversas) serán numerosas y profundas. No es lo mismo el español de México que el de Argentina, el hermoso vocabulario Caribeño o el exótico diccionario del español andino.
Con toda esta carga de ilusión e intriga que sólo un filólogo hispánico podría experimentar ante semejante perspectiva, me dispongo a leer los puntos de novedades, que, ¡oh, sorpresa! se resumen en uno: poner una palabra que estaba en español y elegir un sinónimo en inglés.
Pensemos que no están quedándose conmigo. Hagamos el esfuerzo de concluir que están hablándome en serio. En ese caso, caben varias hipótesis que explicarían el contenido del correo, a saber:
- Dropbox considera que el español de América (y por extensión, el ibérico también) es una mierda, no funciona y por lo tanto van a poner las cosas en un idioma decente, el inglés.
- Dropbox considera que la palabra "guardalotodo" es muy rara y probablemente encierra un mensaje subliminal masónico dirigido a la belicosa raza latinoamericana (y por extensión, ibérica) y que probablemente pudiera desencadenar una tercera guerra mundial, de funestas consecuencias (para ellos).
- Dropbox considera que los latinoamericanos (y por extensión, los españoles) no sabemos suficiente inglés, y por lo tanto se han decidido a evangelizarnos en el uso de la lengua de Shakespeare poco a poco, con algunas lecciones de vocabulario básico, para que no nos asustemos y abandonemos el estudio.
En cualquiera de los casos, sólo se me ocurre una respuesta, dedicada a los desarrolladores de Dropbox, y a aquellos que hayan contratado para llegar a la conclusión que han tenido la amabilidad y la poca cabeza de hacerme llegar a través del correo electrónico. También hago extensible mi respuesta a los que consideran que la palabra "guardalotodo" es fea, tonta, sin sentido o incorrecta en castellano. Y como hice anteriormente, resulta mucho mejor una imagen que mil palabras para expresar lo que les deseo a todos ellos:
Esto para Dropbox. Lo tengo con sabores si quieren. |
Perdonad este ataque de ira asesina, más propio de mi querido compañero Hijos de Odín. Pero me duele cada vez que unos idiotas intentan pisotear mi idioma, vengan de donde vengan, extranjeros o paisanos, forasteros o nativos. Y si encima intentan hacerme comulgar con ruedas de molino, tratándome de imbécil, e intentando convencerme de que es mejor una palabra en inglés que una en español, entonces me quedo más que a gusto si que este artículo es difundido, copiado y pegado, fotocopiado, aprendido de memoria, contado la luz de las hogueras de generación en generación o cualesquiera formas de difusión que se os ocurran. Desde este mismo momento este artículo cuenta con la licencia CopyLeft, así que podéis distribuirlo de la forma que más os convenga. Pero hacedlo, que se sepa que los de Dropbox piensan que el español no es un buen idioma para ellos. Les pueden dar por sus anglosajones culos.